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“Las preocupaciones sobre China se han vuelto predominantes en la forma en que Estados Unidos piensa acerca de Latinoamérica”, afirmó el Dr. Benjamin Gedan —director del programa para América Latina del Wilson Center y profesor adjunto en John Hopkins University— durante la conferencia “The China-US relationship and the consequences for Latin America”.
El evento, organizado por CESCOS y el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad ORT Uruguay, tuvo lugar el martes 13 de setiembre en modalidad híbrida (algunos participantes estuvieron de modo presencial y otros, a través de HyFlex®).
Durante la conferencia, Gedan reflexionó sobre cómo la relación entre Estados Unidos y China influye e influirá en la región en el corto y mediano plazo.
Estados Unidos y Latinoamérica
“La política estadounidense en Latinoamérica, en la actualidad, está definida por las preocupaciones con respecto a la competencia entre China y Estados Unidos”, señaló el experto. Si bien esta competencia es relevante, aseguró que no debería exagerarse su importancia.
“Por un lado, sí es cierto que China tiene un rol fundamental en el vínculo Estados Unidos-Latinoamérica. Por el otro, quiero socavar este argumento. Creo que no debemos centrarnos solo en este aspecto de la política exterior estadounidense”, dijo Gedan.
“Las relaciones de este país con Cuba, con el Caribe, con Venezuela y con Nicaragua son prominentes. Además, México es siempre el socio más importante de Estados Unidos en América Latina. Esto no tiene nada que ver con China, pero sí está muy relacionado con la geografía, con la integración económica, con las consideraciones sobre migración y seguridad, con la historia. Considero fundamental nunca minimizar estos aspectos, para así poder entender qué es lo que piensa Estados Unidos cuando mira al sur de sus propias fronteras”.
El experto señaló que, para comprender verdaderamente el enfoque de Estados Unidos, es necesario conocer, entre otros aspectos, su sistema electoral y la influencia de las comunidades de inmigrantes.
“Es entonces que uno se pregunta cómo los altos funcionarios se involucran con América Latina y puede observar que China no es un tema exclusivo. Hay una serie de compromisos que van más allá de este vínculo y estos temas se están volviendo aún más relevantes a medida que nos acercamos a las próximas elecciones intermedias”.
Para Gedan, si bien por una parte hay varios temas con respecto a Latinoamérica que requieren la atención de Estados Unidos, y a los que se le han dado cierta importancia, por otra parte, el presidente Biden, así como sus predecesores, “le han dedicado relativamente poca atención a América Latina”.
Esta situación ya era así hace muchos años, pero se acentuó en febrero de 2022 tras la invasión rusa en Ucrania. “En este momento, la guerra está consumiendo una inmensa energía en cuanto a la política exterior estadounidense. No está claro cuánta atención hay disponible para la política latinoamericana”.
Estados Unidos y China
“China es la principal fuerza que atrae la atención de Estados Unidos, que moldea sus prioridades y que motiva la forma en que Estados Unidos opera en la atmósfera occidental”.
“¿Cuáles son específicamente las preocupaciones cuando Estados Unidos piensa en China y en Latinoamérica?”, se preguntó Gedan. Para responder esta pregunta, dividió los problemas en seis categorías:
1) Inversión. A través de inversiones, China está ganando mucha influencia.
2) Comercio. Países como Uruguay dependen de las compras de China.
3) Cooperación militar. Hoy en día hay una mayor presencia de barcos chinos en puertos latinoamericanos.
4) Taiwán, cuyos socios diplomáticos formales están en América Latina.
5) El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y otras nuevas fuentes de capital.
6) Huawei 5G. Las telecomunicaciones lideradas por China, en particular, representan una de las áreas de mayor preocupación para Estados Unidos.
“La inquietud de Estados Unidos en cuanto a China en Latinoamérica no es nueva, existe hace años”.
Por último, el experto concluyó: “Estados Unidos reconoce a China como un competidor económico en Latinoamérica y como una amenaza potencial a su seguridad, así como un adversario que está ganando cada vez más influencia”.