“La tormenta no pasó, seguimos en modo pandemia”. Así describe el presente Daniel Ketchibachian, graduado del Master en Administración de Empresas (MBA) de la Universidad ORT Uruguay y CEO de Aeropuertos Argentina 2000, compañía que opera un total de 33 aeropuertos del otro lado del charco y es fuente laboral de unas 2.700 personas.
Ketchibachian ve “la luz al final del camino” mientras preserva la sustentabilidad de uno de los negocios más golpeados por la coyuntura.
“El COVID-19 nos afectó completamente. Pasamos de una semana a la otra a no tener vuelos, por lo cual toda nuestra fuente de ingresos se vio afectada y sin ninguna previsión de recuperación”, dice el CEO de Aeropuertos Argentina 2000.
Pero ese no fue su único reto. También implicó la adaptación al trabajo remoto sin sacrificar la operativa. “En ningún momento dejamos de estar operativos en ninguno de los 33 aeropuertos con los que trabajamos en Argentina, ya que los vuelos humanitarios y de repatriación seguían viniendo al país”, afirma el graduado del MBA de ORT.
Ahora bien, ¿cuál fue el mayor desafío que tuvo que enfrentar en este contexto en el que la movilidad se redujo a su mínima expresión? “El primero fue el financiero. Nosotros teníamos toda una previsión de pago de deuda y de compromiso con proveedores, además de ser fuente de trabajo de 2.700 personas que quisimos mantener. El desafío financiero fue muy grande para sortearlo sin ingresos”, reconoce Ketchibachian. En este sentido, el funcionamiento como terminal de carga fue fundamental para al menos mantener una fuente de ingreso de dinero.
La interrogante de la operativa también estuvo sobre la mesa, dado que al trabajo remoto se le sumó la presencialidad con los protocolos que se fueron incorporando en base al aprendizaje y “con el auto en marcha”.
"Para un puesto de dirección o de CEO, el MBA es vital y mi experiencia en ORT fue muy buena. Sin dudas lo recomendaría".
Un buen piloto para atravesar la tormenta
Según el graduado de ORT, la planificación y la concreción de los resultados es lo que más disfruta de su trabajo. “Es algo que para un profesional es espectacular. Trazar un horizonte, una estrategia y cumplirla es algo que reconforta y también lo es el trabajo en equipo, aprender de las personas y poder cambiarle la vida a un montón de familias; poder ser parte de la carrera de muchas personas que, como yo, empezaron de abajo y que la empresa les brinde oportunidades lo disfruto tanto como si fuera mi propia evolución”, asevera el CEO.
La empresa liderada por Ketchibachian fue reconocida el año pasado como la más atractiva para trabajar en Argentina, según un informe elaborado por la consultora Randstad. De este suceso se desprende la pregunta de qué características debe poseer un líder para posicionarse como tal en una compañía como la suya. “La empatía es fundamental. Sos líder por lo que transmitís y por lo que la gente pueda admirar o ver en vos, por eso es importante como uno se comunica con las diferentes áreas y los distintos niveles jerárquicos de la empresa; que se sienta que uno es parte de un equipo que no es más ni menos que nadie, sino que es alguien que tiene que ayudar para conseguir los objetivos”, explica. En este marco, resalta que tanto la honestidad como la transparencia son valores inherentes al liderazgo. “La gente apuesta al que le cree, si no te creen, no te van a acompañar”, reflexiona el MBA.
Nadie está preparado para liderar y pilotear una tormenta de la magnitud de una pandemia, sin embargo, herramientas obtenidas a tiempo pueden ser las mejores aliadas de un buen conductor. Algo así le sucedió a Ketchibachian con el MBA cursado en ORT.
“Aunque uno esté en relación de dependencia, trabajar como que estás emprendiendo siempre es importante con todo lo que ello conlleva. Empezar sin presupuesto, buscar un producto mínimo, la prueba y error, todo eso lo usé en una empresa grande como es Aeropuertos Argentina 2000 y en mi vida personal también”, sostiene el CEO.
El postgrado resultó ser, en los hechos, un complemento ideal para su carrera de Administración que le proporcionó una especialización en finanzas y una mirada más amplia del ecosistema empresarial. “El MBA ayuda mucho porque son herramientas que no pueden faltar para estar en un ámbito gerencial: estrategias, finanzas, ese panorama general que da el master no lo da una carrera de grado. Para un puesto de dirección o de CEO, el master es vital y mi experiencia en ORT fue muy buena. Sin dudas lo recomendaría”, concluye Ketchibachian.
"Aunque uno esté en relación de dependencia, trabajar como que estás emprendiendo siempre es importante con todo lo que ello conlleva".