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"Hoy se necesitan líderes vulnerables"

18/05/2016
"Descarriladores de carrera", por la Lic. Mariana Gattoni.

¿Por qué descarrilan en su carrera los ejecutivos? ¿Qué son los "descarriladores"? ¿Cómo se pueden gestionar? ¿Cuáles son las características que debe tener un líder hoy? Esas fueron algunas de las preguntas que Mariana Gattoni –Licenciada en Psicología y profesora visitante de la Universidad ORT Uruguay–, intentó responder.

Gattoni dictó la conferencia "Descarriladores de carrera: riesgos y capacidades claves del líder de hoy", el jueves 12 de mayo de 2016, como parte del Ciclo de Charlas de Management y Negocios de la Escuela de Postgrados de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales.

¿Qué son los descarriladores?

Para entender este concepto, la oradora –que cuenta con 20 años de experiencia en el área de Recursos Humanos– propuso imaginar la carrera profesional de cada persona como un tren transitando por una vía. En determinado momento se presenta un obstáculo y entonces se produce el descarrilamiento.

"Es gente exitosa, que le ha ido bien en su carrera y, de pronto, por determinadas situaciones, empieza a tener riesgo de fracasar", explicó Gattoni. Lo particular es que el obstáculo no es externo, sino interno y proviene de la propia personalidad de cada uno. Refiere a fortalezas que, llevadas a un extremo, empiezan a generar dificultades en la interacción.

Existen varias teorías acerca de los descarriladores. La psicóloga mencionó fundamentalmente la de Hogan y describió sus once descarriladores de carrera y también mencionó la de Jacqui Grey, experta en neuroliderazgo, que establece que los individuos descarrilan porque escuchan (y dan por cierto) un discurso interno o "una pequeña voz en la cabeza". Este discurso tiene que ver con miedos, arraigados en las relaciones primarias, que se disparan frente a situaciones de stress; entre los más significativos se destaca el miedo a perder el control, a ser percibido como poco importante, y el temor a no ser querido.

"En la medida que uno va creciendo en su carrera y la presión aumenta, esta voz tiende a volverse más fuerte, y de no ser gestionada puede desencadenar un burnout", detalló.

El estrés y sus consecuencias

"Hoy el líder tiene que desarrollar nuevas habilidades", aseguró la oradora. Indicó que debe enfrentar cambios cada vez más vertiginosos; la globalización y un mercado altamente competitivo. También debe lidiar con las nuevas generaciones y con culturas totalmente diferentes a las que estaba acostumbrado. "Por todo este contexto, hay una mayor exigencia para los líderes", dijo.

La rutina, los jefes demandantes, y los deadlines son algunos de los factores que más estresan a los ejecutivos de hoy. Asimismo, Gattoni afirmó que, en general, "los ejecutivos suelen estar expuestos a mayor estrés en la medida que van llegando o alcanzando posiciones de mayor influencia y poder". En sus palabras, "hay una tendencia a que uno descarrile más en la medida en que se vuelve más senior en la carrera".

"El problema es que cuando estás estresado, dejás de automonitorearte, y salen a relucir esas partes que, en general, uno las tiene bajo control", manifestó.

La disertante explicó que cuando sube el nivel de presión, se fatiga la parte prefrontal del cerebro, de modo que comienza a regir la parte más animal e instintiva: el sistema límbico. "Ahí es cuando uno empieza a reaccionar por impulso en lugar de responder conscientemente, generando así respuestas de menos calidad y libertad".

Vulnerabilidad vs. Superman

"Está muy instaurada la creencia que el líder tiene que ser una especie de Superman: tiene que hacer todo bien y ser infalible", sentenció y sostuvo que estamos en un mundo que obliga a "tener una imagen de perfección", lo cual genera "mucha presión".

Sin embargo, en su opinión, "hoy el líder tiene que ser vulnerable"; en otras palabras, debe "reconocer la humanidad que hay en cada uno". "La gente que es vulnerable tiene reacciones más auténticas, se comunica mucho mejor, logra mejor empatía y cercanía con sus equipos y responde mejor frente a la presión": por lo tanto, "es más exitosa".

Igualmente, indicó que el líder, en la actualidad, debe entrenar sus emociones y volverse más resiliente: "Tiene que ser más inteligente emocionalmente, ya que es lo único que va a permitir que enfrentemos este contexto de cambio vertiginoso con un poco más de gracia". "El dominio de uno mismo es lo que nos va a dar el verdadero poder", aseguró.

Gestionar los descarriladores

"¿Qué hacemos con nuestros descarriladores, que son inevitables, y que todos  tenemos? ¿Cuál es la solución? ¿Cómo trabajarlo, en el día a día, como líder?", se preguntó la psicóloga.

"No van a tender a desaparecer, sino que podemos aprender a aceptarlos y a partir de ahí neutralizarlos o gestionarlos de una manera más funcional", advirtió. Es importante conocerse y liberarse a sí mismo. "La única manera de que un líder se autogestione, se autodomine, y se autolidere, es aceptando también su lado oscuro".

"Hay que entrar en la debilidad, entenderla y comprenderla, para poder ser mejores líderes", destacó. De modo que es clave identificar qué es lo que estresa a una persona, en qué momentos, y qué emociones le genera. Asimismo, es recomendable anticiparse a las situaciones, accionar –no reaccionar–, y generar nuevos hábitos, más funcionales.

Descarriladores de carrera: riesgos y capacidades claves del líder de hoy

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