“Nosotros mismos colaboramos con la creación del Dáesh”, dijo el Dr. Alfonso Soria -especialista en Derecho Internacional Privado por Université Paris II - Panthéon Assas- ya que el apoyo de gobiernos occidentales a grupos armados terminó generando la creación de esta organización.
Soria, por su rol en la cancillería colombiana, tiene una vasta experiencia en relaciones internacionales. Ha sido consejero, representante alterno en la Asociación Latinoamericana de Integración y director del área europea. Es coautor del libro “Marco Jurídico de la Unión Europea”, y realizó el Master en Relaciones Internacionales y Derecho Comunitario por Université Paris Nanterre.
El evento “Libia: crónica de una crisis anunciada”, organizado por el Departamento de Estudios Internacionales, tuvo lugar el martes 28 de mayo de 2019 en la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.
La crisis en Libia
En primer lugar, Soria mencionó las características geográficas de Libia. Limita al norte con el mar Mediterráneo, al sur con Chad, al suroeste con Níger, al este con Egipto, al sureste con Sudán, y al oeste con Túnez y Argelia. Pertenece al Magreb (que en árabe significa “lugar por donde se pone el sol”) y su ubicación geográfica “es fundamental”, porque si bien se encuentra en una zona desértica, cuenta con importantes recursos energéticos.
En segundo lugar, el experto repasó “los errores históricos y políticos” que llevaron al país a estar en crisis: “Libia es la crónica de una crisis anunciada porque se sabía lo que iba a pasar desde el comienzo. Se ha dado primacía a los aspectos de seguridad por encima de la construcción de la democracia y el Estado de derecho”.
El 24 de diciembre de 1951, Libia declaró su independencia como el Reino Unido de Libia, una monarquía constitucional y hereditaria bajo el rey Idris I, el único monarca de Libia.
El 1 de septiembre de 1969 tuvo lugar la Revolución Libia, cuando un grupo de oficiales militares dirigido por Muammar Gaddafi, oficial del ejército de 27 años de edad, organizó un golpe de Estado contra el rey Idris I. La revolución empezó en Sabha, ciudad ubicada en el centro del país, y se extendió por toda Libia.
“Gadafi es un personaje central, que a partir del terror, la violencia y la fuerza pudo dirigir y someter a un país como Libia”, indicó Soria.
Con respecto a los años 70 y 80, Soria señaló que Gadafi “negoció toda su estructura a través del terror. En Libia los proyectos políticos estuvieron desaparecidos y los conceptos de democracia no existieron”.
A comienzos del 2011, se produjeron protestas en el mundo árabe. La población libia se dividió entre quienes se manifestaban en contra del régimen de Gadafi y quienes lo apoyaban.
El 20 de octubre de 2011 Gadafi fue capturado y asesinado. Entonces comenzó un proceso de transición. Para el experto, este año es “fundamental para la humanidad”. En 2011 “el mundo occidental buscó retomar el concepto de la democracia”. Fue entonces cuando gobiernos occidentales, como Estados Unidos, “decidieron apoyar a ciertos grupos terroristas a sacar al presidente de Siria Bashar al-Ásad”.
Sin embargo, para Soria, el resultado de ese apoyo tuvo una consecuencia inesperada: la creación del Dáesh.
El experto señaló que desafortunadamente se nos olvida que quienes apoyaron a los grupos disidentes cometieron un gran error. Uno no debe armar a la población civil porque la población civil puede cambiar de opinión y que esto lleve a una situación incontrolable.
Soria comparó la situación de Libia y Siria, con respecto a los grupos armados, con problemas actuales de países de Latinoamérica. Señaló la importancia de controlar las armas: “En Colombia hubo armas en manos de la sociedad civil. Eso es lo peor que puede pasar. Los valores pueden cambiar de la noche a la mañana”.
Libia en la actualidad
“Era fácil, después de una figura claramente sometedora a partir del terror, pasar a otro dictador con una connotación religiosa”, explicó Soria, refiriéndose a Jalifa Hafter, quien “hoy en día tiene asediado Trípoli”.
Las Naciones Unidas en Libia han “trabajado las elecciones pueblo por pueblo, sector por sector, tribu por tribu”; sin embargo: “No hay ningún logro concreto, pero sí hubo avances específicos”.
En 2015 Naciones Unidas auspició el Gobierno de Acuerdo Nacional para la dirección política de Libia. El G7, y en especial Italia, apoya a este órgano ejecutivo. Sin embargo, Estados Unidos ha anunciado el retiro de tropas y Francia mantiene apoyos secretos a los militares.
Las elecciones previstas para 2018 no se llevaron a cabo y están pospuestas indefinidamente.
Soria concluyó la conferencia preguntándose cómo debe actuar la comunidad internacional frente a la dicotomía entre legalidad y lucha contra el terrorismo.