Incluso desde antes de comenzar su carrera de grado, Lucía Durán tenía claro que quería cursar un MBA. De hecho, contó que eligió la Licenciatura en Gerencia y Administración motivada por la oferta que ofrecía: “Sentía que era una carrera lo suficientemente amplia para amoldarla a lo que me gustase hacer en el futuro. Estaba segura de que me iba a proporcionar herramientas para cualquier camino profesional”.
Mientras tanto, no perdía de vista la posibilidad de estudiar en el exterior. “Una de las cosas que me llevó a estudiar en ORT fue la posibilidad de doble titulación. Recuerdo que leí una nota en el diario y pensé: ‘esto es para mí’”.
Me gustaba la idea de obtener otro título al final de la experiencia, que me pudiera aportar a mi desarrollo profesional, ayudarme a seguir creciendo y abrirme nuevas oportunidades más temprano.
Durante su estadía de ocho meses en Francia, Durán eligió una especialización en finanzas. Contó que esta área despertó su interés desde ciertas asignaturas cursadas durante la licenciatura: “Sabiendo lo mucho que me habían gustado las materias relativas a finanzas, decidí irme por lo que más me había gustado y pensaba que sería un buen match”.
El Master of Science in International Finance —“el master más prestigioso de la escuela”— le exigió una dedicación intensiva durante dos semestres, con clases en inglés dictadas por profesores internacionales y una carga horaria que incluía los sábados. “Éramos unos 140 estudiantes. En el primer semestre éramos cinco hispanohablantes en mi clase y en el segundo, un mexicano y yo”.
Aseguró que el nivel académico estuvo a la altura de sus expectativas, destacando la reputación del programa y la acreditación de triple corona, un reconocimiento que tienen pocas escuelas de negocios en el mundo.
La experiencia en Rennes no solo amplió sus conocimientos, sino que también impactó profundamente en su desarrollo personal: “Fue mi primera experiencia de independencia total, manejándome en un lugar desconocido, con un idioma que apenas dominaba. Salir de mi zona de confort me ayudó a descubrir lados de mí que no conocía”.
En ese sentido, destacó el valor de las conexiones que formó: “Los vínculos que creé con personas de diferentes países son para toda la vida. Fue increíble el intercambio cultural y las charlas que compartimos”.
A los estudiantes: averigüen, pregunten y apuesten por la experiencia. Tiene sus desafíos, pero al final vale la pena. No me arrepiento de nada y volvería a recorrer ese camino.
Tras completar el Master y su proyecto final en Rennes, Lucía Durán se encuentra en el tramo final para obtener ambos títulos. Este logro, asegura, marca un paso importante en su trayectoria profesional hacia el mundo de las finanzas: “Es un paso más en la dirección correcta, que me proporciona herramientas clave como el networking y conocimientos específicos del área”.