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La solidaridad, la colaboración y las sinergias son claves para el mundo después del coronavirus. “A nivel global, no vamos a poder seguir avanzando si hay posiciones de aislacionismo, nacionalismos extremos, y una noción de que solo un determinado país debe salir adelante y el resto no. Esta pandemia dejó en manifiesto la importancia de la interconexión planetaria y requiere trabajar los mecanismos de cooperación”, dijo Giovanni Escalante —médico y representante en Uruguay de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)— durante la conferencia online “COVID-19, los desafíos de los países de la región”.
El evento, que formó parte del ciclo de conferencias que organiza el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad ORT Uruguay, se llevó a cabo el miércoles 25 de noviembre de 2020.
Los desafíos y las oportunidades del coronavirus
Entre el 17 y el 23 de noviembre de 2020, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrollaron o adaptaron más de 110 guías técnicas y recomendaciones, y realizaron más de 219 capacitaciones en testeos, seguimiento y atención del COVID-19. Además, enviaron 1.48 millones de guantes, 1.56 millones de batas médicas y 35.7 millones de mascarillas quirúrgicas y respiratorias.
El coronavirus ha generado fuertes efectos negativos en las micro y pequeñas empresas (con un alto riesgo de experimentar quiebras), en el mercado de trabajo formal (reducción de horas, caída de salarios y despidos), así como en el trabajo informal (caída de empleo por distanciamiento y prohibición de circulación, además de menor acceso a compensaciones de ingreso).
Globalmente, según la OMS, el martes 24 de noviembre de 2020 (a las 10:43 am CET), había 58.712.326 casos confirmados de COVID-19. Entre los mayores desafíos globales del coronavirus, Escalante destacó el incremento de las inequidades sociales, económicas y políticas, el incremento del riesgo de exposición al virus por la dificultad de cumplir las medidas de salud pública recomendadas, una carga adicional de morbilidad y mortalidad ajenas al COVID-19 por efectos no deseados de las medidas de salud pública y su impacto adverso en la salud (directo e indirecto), así como el aumento de cuadros clínicos graves y de la mortalidad por este virus.
“Los seres humanos, a partir de esta pandemia, se han visto en la situación de tener que pasar aislados, en sus hogares o usando mascarillas, extrañando a sus familiares. El coronavirus definitivamente ha traído problemas. Sin embargo, debido al COVID-19, se están pudiendo revelar algunas situaciones que podrían ser oportunidades para mejorar el mundo en el que estábamos viviendo”, dijo el experto.
Escalante mencionó algunos de los efectos positivos que se vieron en el mundo a partir del aislamiento por el coronavirus, como la disminución de la contaminación acústica, los accidentes de tránsito y de la criminalidad, así como el retorno de algunos animales a sus hábitats. El experto afirmó: “El mundo ha tenido muchas pandemias y ha aprendido de ellas”.
A su vez, destacó la importancia de fortalecer los pilares de los sistemas de salud: información, financiamiento, medicinas, equipos, vacunas, tecnologías, liderazgo, gobernanza, servicios y fuerza laboral.
La nueva normalidad
El experto destacó que es fundamental pensar y cuestionar cómo será la nueva normalidad. “¿En qué medida vamos a desarrollar economías cada vez más amigables con el medio ambiente?”, se preguntó y, para el futuro de la post pandemia, recomendó darle mayor relevancia a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la bioeconomía y la economía circular.
“El futuro está en lo presencial y lo virtual”, afirmó Escalante. También señaló los efectos negativos para la salud mental que puede tener quedarse largas horas atendiendo una reunión tras otra. En ese sentido, enfatizó la importancia de la regulación del teletrabajo.
“Los hechos están mostrando que es importante la vigencia de organismos internacionales —concluyó—, que tienen que reorganizarse y continuar con los procesos de reforma para asegurar que se puedan tener metas globales que permitan sacar adelante a los países”.