Fue un laborioso camino de 12 años el que llevó a Gabriela Olaizola a la Gerencia General en nuestro país de una de las multinacionales más destacadas: Bimbo.
De jefa de Operaciones a Logística, y de allí, a gerente de ambas áreas. Para la graduada del MBA de la Universidad ORT Uruguay, la clave de su trayectoria profesional ha sido el balance justo entre actitud y aptitud. Así lo comparte en la siguiente entrevista.
¿Cómo fue la llegada al cargo de gerente general en Bimbo?
Llegué a Bimbo en el año 2008 e ingresé en el área de Manufactura, debido a mi experiencia previa en otras compañías en el área industrial. Esto me permitió trabajar en las plantas de los tres negocios que el grupo tiene en Uruguay. Mi cargo en ese momento fue jefe de Operaciones y estuve en él durante seis años.
Sobre fines de 2014, me plantearon la posibilidad de pasar a Logística. Este cambio implicaba un gran desafío. La base de la propuesta no fue mi expertise en el área, sino mi capacidad de gestión y liderazgo. Mi perfil un tanto inquieto me impulsó a tomar la propuesta y asumir como jefe de Logística.
Luego de un año de trabajo intenso, recibí el ascenso a gerente de Logística. En ese momento, (en 2017) me enfoqué en un proceso de overhauling con muy buenos resultados para la organización. Recuerdo estar en una capacitación en México y recibir un llamado desde Uruguay mediante el que me comunicaron que, al regresar, me estarían dando la Gerencia de Operaciones y de Logística. A partir de ese momento, no paré de soñar con la posibilidad de comenzar a gestionar lo que se transformó en una cadena de suministro de punta a punta.
Todo siguió su curso hasta que quien en ese momento era el gerente general comenzó a impulsar mi entrenamiento en el área comercial para complementar mi formación. Así fue que el 1.º de marzo de 2020 me transformé en la gerente general de Bimbo en Uruguay.
Mirando por el retrovisor, siento que durante doce años recorrí un camino lleno de desafíos y recompensas, que me impulsaron a ir más allá. Honestamente, cuando atravesé por primera vez el umbral de las puertas de Bimbo Uruguay, no pasaba por mi mente que esto pudiera llegar a concretarse.
Más allá de todo lo que yo he dado profesionalmente, no quiero dejar de reconocer la generosidad de grandes líderes que fui encontrando y que tuvieron claro que el desarrollo del talento es lo que construye el ADN de una compañía.
¿Cuáles son los principales desafíos a afrontar en este nuevo cargo y qué huella te gustaría dejar a través de tu trabajo?
Mi principal desafío es que Bimbo Uruguay sea sustentable en el tiempo, en un contexto en el que hay que mantenerse competitivo, sin perder los estándares que nos definen. Los consumidores son cada día más exigentes y debemos acompañarlos ofreciéndoles productos que satisfagan sus expectativas y necesidades.
Nuestro objetivo es entrar todos los días a los hogares uruguayos. Queremos estar en las manos de todos, ser siempre la elección, y en la medida que lo logremos, estaremos destacándonos como marca empleadora generadora de fuentes de trabajo.
Lograr estos desafíos tiene que ver con la huella que me gustaría dejar y con lo que defino como mi marca personal. Quiero ser recordada como una líder inspiradora que contribuyó a transformar del negocio a través de la innovación estratégica y de nuestra gente, que, en definitiva, es y será la protagonista.
¿Cuáles fueron las claves que te permitieron avanzar en tu carrera profesional?
A lo largo de mi carrera profesional, el denominador común fue complementar mis skills con un alto sentido de involucramiento y proactividad en los temas a resolver. En definitiva, lograr que las cosas sucedieran.
Si tuviera que resumirlo, diría que logré tener un balance adecuado entre actitud y aptitud.
"El desarrollo del talento es lo que construye el ADN de una compañía"
¿Cuáles fueron los principales aprendizajes que adquiriste a través del MBA de ORT y cómo repercutieron en tu carrera profesional?
Sin temor a equivocarme, hubo un punto de inflexión en mi forma de ver las cosas luego de pasar por ORT.
Adquirí la capacidad de entender un negocio mirando todas sus perspectivas y de tomar decisiones ponderándolas de forma tal de potenciar el resultado de la ecuación para el negocio.
Aprendí a ponerme en los zapatos de otros y a entender los problemas mirándolos desde su óptica. Sin duda, todo esto contribuyó enormemente a la hora de apalancarme para acceder a la posición en la que estoy hoy.
Todo este bagaje que me dio hacer el MBA me enriqueció a la hora de mostrarme como una profesional completa y ayudó a que se me considere con el potencial para gestionar una operación de una multinacional como Bimbo.
Tengo muy buenos recuerdos de mi experiencia en ORT, hasta me di el lujo de llevarme amigas, de esas que te quedan para toda la vida.
"Quiero ser recordada como una líder inspiradora"