La conferencia “Marcha atrás. ¿Qué se puede disolver de los acuerdos comerciales? Trump, Brexit y más” tuvo lugar el jueves 9 de marzo de 2017 en la Facultad de Administración y Ciencias Sociales y fue organizado por la Licenciatura en Economía y la Licenciatura en Estudios Internacionales. Estuvo a cargo del Lic. Juan Labraga, profesor de Comercio Internacional, y el Dr. Agustín Espinosa, profesor de Derecho Diplomático e Instituciones Internacionales.
El comercio internacional
En el siglo XX, según Labraga, el comercio internacional era “bienes cruzando fronteras aduaneras”. En el siglo XXI cruzan fronteras, además de bienes, servicios.
“El diseño de la prenda de vestir que todos estamos utilizando probablemente se hizo en un país y la confección se hizo en otro. Eso es un servicio dentro de un bien y hubo un cambio tecnológico que permite que eso pase”, explicó Labraga.
Además manifestó que este proceso está ligado a la decisión de dónde localizar cada etapa de la producción. “Uno tiene que dejar de pensar simplemente en el bien o servicio cruzando la frontera. También se mueven las empresas y los prestadores en base a sus decisiones de localización o deslocalización”, agregó el profesor.
El contexto mundial
Durante la segunda mitad del siglo XX, según datos del Fondo Monetario Internacional, el 70 % del Producto Bruto Interno (PBI) estaba dado por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. En cambio, en el siglo XXI esos países explican aproximadamente el 50 % del PBI, pero el resto del mundo ha crecido y representa el otro 50 %.
En los últimos años, con la revolución de las tecnologías de la información y de la comunicación (TICS), han crecido los servicios comerciales. Es decir, cuestiones que ahora se pueden hacer a distancia por Internet. Sin embargo, el núcleo duro del comercio internacional sigue siendo el de bienes.
“Se están cambiando las reglas del juego en distintos ámbitos. Y la tendencia es que cada vez más cuestiones se puedan transmitir electrónicamente”, indicó Labraga. Esto lleva a problemas como el desempleo y, en algunos casos, al descontento con la globalización.
¿Qué esperar?
Para Labraga es improbable que los países se cierren al cambio tecnológico. Por tanto, aseguró que las mismas políticas proteccionistas de antaño solo van a producir una pequeña deslocalización, una vez más hacia los países desarrollados. “Las políticas son reversibles, puedo subir aranceles, puedo renegociar acuerdos, pero Internet es el fenómeno de fondo: sigue latente, está ahí y no lo veo reversible”, concluyó el profesor.
Situación actual de Venezuela en el Mercosur
“En este momento en Buenos Aires está reunido el Consejo del Mercosur, discutiendo la agenda del Mercosur, pero seguramente se haya centrado alrededor de la relación con Venezuela”, afirmó el profesor Agustín Espinosa.
Explicó que este país firmó el protocolo de adhesión al Mercosur en el 2006, pero es Estado Parte desde agosto de 2012. Y tiene sus derechos suspendidos desde el 12 de diciembre de 2016. Frente a esta última situación, se ha encomendado su salida como Estado Parte. Es decir que dejaría de ser miembro en esa calidad del Mercosur y volvería a ser un Estado Asociado o lo que se decidiera en el momento.
Eventual Venezuela Exit
Existe un grupo jurídico asignado para reglamentar la situación de Venezuela. Sin embargo, puede que este país no espere el resultado y tome la decisión de expulsar a Venezuela. Según Espinosa, puede ocurrir en cualquier momento.
“Eso nos lleva inmediatamente a las consecuencias que puede tener en el plano comercial. Y ahí nos encontramos con algo por todos nosotros conocidos y que es el volumen, la importancia de un intercambio comercial entre Venezuela y los demás socios”, afirmó Espinosa.
La hipótesis de un retiro de Venezuela, haciendo uso del tratado de Asunción, tendría consecuencias importantes. En el caso de nuestro país, las consecuencias serían especialmente en lo que refiere al sector lácteo. “Llegó a ser, el año pasado, el primer comprador de productos lácteos de Uruguay”, afirmó Espinosa.
El profesor hizo referencia a las salidas de Chile y Venezuela de La Comunidad Andina de Naciones (CAN). “La desvinculación de algunos países en procesos de integración ya se dio el año pasado. No es nuevo para América Latina” —señaló— “hicieron uso de las mismas facultades y no pasó nada. Los países siguieron manteniendo relaciones políticas, económicas, diplomáticas de muy buen nivel. Esto no tiene la magnitud del Brexit”.
No obstante, para Espinosa, la salida de un Estado Parte de un proceso es negativa. “Creo que estar dentro del Mercosur, aun con todas las falencias y debilidades de hoy en día, es un hecho positivo para Venezuela y asumir compromisos le hace bien a todos”, concluyó.