En la materia “La empresa y el entorno internacional”, de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales, se formó un grupo con tres estudiantes de Alemania, uno de Canadá, cinco de Francia y algunos de China que asistieron como oyentes, dándose una importante oportunidad para el intercambio cultural entre los estudiantes de los respectivos países y los uruguayos.
Charlotte Haas, quien viene de la Audencia Nantes School of Management de Francia, destaca lo accesible que le resultó adaptarse de la Universidad ORT Uruguay. “Los uruguayos tiene un programa de padrino y madrina (que guían la vida universitaria y la adaptación), lo que es una cosa muy buena de la universidad. Además, los uruguayos son muy amables para todo, te prestan el coche para buscar apartamento, te muestran los lugares del país”, cuenta.
“Los uruguayos son muy generosos. Es muy fácil integrarse en la ciudad. Hay programas y fiestas para interactuar”, dice por su parte Hugo Garros, también de la Audencia Nantes School of Management.
Sobre las diferencias de la vida universitaria de Uruguay y Francia, Garros se refirió a la puntualidad y a la menor cantidad de alumnos por clase. “El concepto de la puntualidad en Francia es diferente. Si llegás tarde a clase, no podés entrar”, dice entre sorprendido y divertido.
Por su parte, la francesa Marion Bazin, de la Rouen Business School, dijo que aprendió mucho de la actitud en clase, que es muy diferente a la de Francia. “En Francia no podemos interactuar en clase. Tenemos que esperar a que el profesor nos dé la palabra. Acá la relación es más informal, más abierta y al mismo nivel”, destaca.
¿Por qué en Uruguay?
Los alumnos extranjeros cuentan que una y otra vez sus compañeros uruguayos les consultan por qué eligieron Uruguay para realizar sus estudios de intercambio. A su vez, creen que los propios uruguayos muchas veces no notan las virtudes del país.
Eso indica Nicolas Faydide, de Rouen Business School: “Siento que aquí es más tranquilo, la gente puede salir a las tres o cuatro de la mañana sin tener que estar escondiéndose”.
“Uno aprende la cultura de los demás, los gustos. Y, muchas veces, aprende de la cultura de uno mismo”, indica y agrega: “En las grandes ciudades el nivel de estrés es mucho más grande”.
Todos destacan la riqueza de la cultura uruguaya: sus museos, librerías y artistas. Incluso comentaron su gusto por la cumbia, los espectáculos de Fun Fun y las obras de Juan Manuel Blanes.
Camilo Lumaconi, compañero uruguayo en “La empresa y el entorno internacional”, destacó el rico punto de vista de los estudiantes de intercambio. “Generalmente, tienen un punto de vista más global de las cosas. Tienen la tendencia a ser un poco más independientes y son más críticos que un uruguayo. Tienen una visión mucho más amplia de algunos temas. Más abarcativa”.
Afirma que aportan datos que estudiantes uruguayos no poseen, incluso de América Latina. “Te dan una visión de vos mismo, externa, que de otra manera no podrías rescatar”.
Participación de alumnos de China
En 2012, 42 estudiantes chinos (33 mujeres y nueve hombres) llegaron de intercambio a la universidad como parte de sus estudios en la Licenciatura de Idioma Español, de la Universidad Pedagógica de Harbin.
Bai Yunzhao, cuyo nombre en español es Estrella, porque a todos los alumnos de su carrera les ponen un nombre en español, cuenta que no nota ningún impedimento a la hora de relacionarse. “Todos pueden entender y aceptar las diferencias culturales. Y a algunos compañeros les interesan”. Respecto a su experiencia como oyente en la materia “La empresa y el entorno internacional”, afirma: “Me encanta. Diferentes compañeros tienen diferentes opiniones sobre las problemáticas económicas. Es muy interesante saber las opiniones de los extranjeros sobre el desarrollo económico de China”.
Zhang Tiany, llamada Beatriz en español, coincide con que la relación con sus compañeros de otros países es muy buena, pero destaca el buen trato de los uruguayos. “Son muy simpáticos. Nos tratan muy bien, algunos tienen mucho interés en China, por eso hablamos mucho sobre las culturas y las costumbres diferentes”, cuenta. Beatriz destacó la utilidad de tener un padrino que la guíe durante el año en el país. Dice también que le resultó muy fácil romper cierta barrera cultural.
Nota ciertas diferencias entre los estudiantes de su país y los de otras culturas. La principal es la independencia que tienen los uruguayos para elegir qué estudiar, así como las materias que cursan. “Algunos jóvenes viven solos o con amigos, alquilan un apartamento, y muchos universitarios trabajan mientras estudian. Es muy bueno para conseguir experiencia laboral, pero en China no hay mucha gente puede trabajar mientras estudia”.
El objetivo principal de Beatriz es mejorar su nivel de español y cree que lo está logrando. También, cuenta, aprendió a dejar la vergüenza de lado para conocer la mentalidad de “Occidente”. “Mi visión es más amplia, no solo se limita al conocimiento de los libros, la vida social me enseña más cosas”.
Visión docente
La materia “La empresa y el entorno internacional” forma parte del cuarto semestres de la Licenciatura en Estudios Internacionales. Es dictada por el Dr. Christian Keen y por la Lic. Cinthia Eliazer. Los profesores señalaron que “la universidad, a lo largo de los años, ha incrementado la cantidad de alumnos que vienen de diversos países. Es un enorme placer que participen de cada clase y que expongan sus experiencias y conocimiento para todos”.
Una de las pocas contemplaciones que deben hacer con los alumnos de otras nacionalidades, aclaran, es moderar la velocidad con la que hablan, para que todos entiendan.
“Las participaciones que realiza cada uno son sumamente valiosas, tanto para los docentes como para sus compañeros”, puntualizan. “Aportan un excelente conocimiento teórico y práctico, así como enriquecedoras visiones sobre sus experiencias en cada uno de sus países”.