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Ante una nutrida concurrencia presencial y 200 inscriptos que siguieron la actividad de forma online, se desarrolló la segunda jornada del IX Uruguay Tax Conference, con la participación de la MBA Eliana Sartori, directora del departamento Legal y Tributario de PwC Uruguay, y la MBA Amparo Mercader, socia del sector de Impuestos en PwC de Washington DC e integra el consejo editorial de la consultora.
El evento, que contó con la introducción del Dr. Nicolás Gambetta, fue organizado por primera vez por la Cátedra de Internacionalización de la Profesión Contable – PwC de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de ORT y tuvo lugar el jueves 24 de febrero de 2022.
Los dos pilares: las nuevas reglas de juego del sistema tributario
“No hablamos más de tributación de la economía digital”, comenzó diciendo Eliana Sartori. “El consumidor ha empezado a estar mucho más en el centro y, de alguna manera, los impuestos la van corriendo de atrás”.
“El mundo tiene un sistema tributario que está concebido para transacciones esencialmente físicas”, dijo y sostuvo que el crecimiento de la economía digital ha traído grandes desafíos.
“Ni los bienes ni los servicios se consumen como antes, ni se transan económicamente como antes”, afirmó. En este contexto es que surgen los Digital Service Taxes (DST), principalmente en la Unión Europea. La pugna consiguiente entre los países europeos y Estados Unidos es una de las razones por las que aún no se ha estandarizado a nivel mundial la aplicación de estos impuestos.
Sartori recordó que en junio de 2021, 130 países (de 139 miembros del Inclusive Framework on BEPS) se comprometieron a cambiar las reglas del juego tributario internacional: garantizar que las grandes empresas multinacionales (MNE) paguen los mismos impuestos donde quiera que operen.
En este sentido, dijo que las reglas GloBE que integran el Pilar 2 son “normas básicamente anti abuso, que sirven para evitar que la base imponible de una jurisdicción de alta tributación se erosione por pagos a otras jurisdicciones donde no se imponen impuestos de la misma tasa”.
Con la asunción de Biden en EEUU, hubo un cambio en el tono de las discusiones con ámbitos más propicios para llegar a un acuerdo entre países. En octubre de 2021 llegaría el punto de mayor inflexión: la OCDE adhirió entonces al compromiso sobre reforma tributaria acordada por el G7 y el G20 y se desactivó la guerra tributaria arancelaria entre la UE y EEUU.
El pilar 1 es el que inspiró la tributación de la economía digital que es, en la práctica, un abandono del principio de residencia. Este pilar alcanza a grupos multinacionales con ingresos globales de más de 20.000 millones de euros y con una rentabilidad superior al 10 %.
Sartori explicó que lo que se distribuye a partir de entonces es el 25 % del excess profit (ganancia en exceso del 10 % de ingresos contables). “Gran parte de la distribución de la torta se hace sobre los estados financieros según normas contables, porque no hay otra forma de unificar”, comentó. “Vamos a ir gradualmente a una unificación de las bases”.
El pilar 2, en tanto, alcanza a todas las multinacionales que tengan ingresos globales superiores a los 750 millones de euros y establece una tasa de imposición efectiva mínima del 15 %. Sartori desarrolló las principales características del diseño del pilar, incluyendo las modalidades a través de las cuales puede hacerse efectivas las imposiciones.
“Hay muy poca confianza en los países latinoamericanos (...) de que se vayan a adoptar estas normas antes de 2023”, informó.
Finalmente, Sartori presentó el cronograma de implementación previsto por la OCDE, según el que los pilares y sus reglas deberían entrar en vigencia entre fines de 2022 y 2024.
En Uruguay, el gobierno anunció que para fines de marzo tendrá listo un diagnóstico, al que procederá una discusión de propuestas en junio, para aplicar la normativa a partir de 2023. El país presentará algunas alternativas de gravámenes y es esperable que se modifique la tributación a servicios digitales, con la eliminación del IRNR.
El pilar 2 es el que compromete en mayor medida la competitividad nacional. Para paliar sus efectos, se podría ofrecer beneficios tributarios a través de exoneraciones de aportes patronales o subsidios otorgados, por ejemplo, por empresas públicas.
Sartori concluyó diciendo que nuestro país tiene una tradición de ofrecer seguridad a los inversores, que prevé se mantendrá a futuro.
Entre la inflación y el construir de nuevo
La inflación, en particular el aumento de los combustibles, es una preocupación para los estadounidenses. "Se decía que era transitoria", recordó Amparo Mercader. Situada en 7,5 %, es la más alta de los últimos 40 años, producto de un paquete de medidas fiscales y monetarias, y de un nivel de compra de bienes transables que superó los niveles prepandémicos y que condujo a una balanza comercial desequilibrada.
Mercader afirmó que es "admirable" que en el contexto internacional actual se lleve adelante un acuerdo entre casi 140 países para implementar una reforma tributaria. La implementación de los dos pilares se conoce en los Estados Unidos con el nombre build back better: la legislación propuesta, centrada en el segundo pilar, contiene elementos que permitirían aumentar la recaudación fiscal. Sin embargo, a la fecha de la conferencia la iniciativa no contaba con consenso parlamentario debido a las presiones inflacionarias.
"Estados Unidos está muy interesado en avanzar" en la aprobación de la nueva legislación, explicó Mercader, ya que sus empresas multinacionales se están viendo afectadas por diversos impuestos surgidos de forma unilateral en varios países.
"Parte del problema es que si bien hay lineamientos generales, la implementación en cada país es un poco diferente y eso aumenta muchísimo la carga, la preocupación y los problemas para las empresas que intentan producir y vender en un mundo global", dijo Mercader y añadió que si las empresas instaladas en las zonas francas de nuestro país deben comenzar a pagar impuestos en su país de origen, habrá consecuencias negativas. "Uruguay está perdiendo competitividad", aclaró.
Mercader cerró su exposición desarrollando dos temas de gran actualidad: las criptomonedas y las prácticas medioambientales y de gobierno de las empresas (Environmental Social and Governance, ESG).
En relación a las criptomonedas, dijo que Estados Unidos busca una mayor regulación de las stablecoins (criptomonedas atadas al desempeño de una moneda tradicional, generalmente el dólar) y una mayor transparencia en general, que a su vez resulte en mayores ingresos para la IRS.
"Hay empresas que están yendo más allá que los propios gobiernos", dijo al referirse a las prácticas medioambientales. "Son más exigentes consigo mismas", añadió. Mientras la administración Biden propone un sistema de incentivos e impuestos, existe una demanda generalizada de que los gobiernos de las empresas tomen estado público. En el futuro se prevé que los riesgos medioambientales de los negocios de las empresas estén incluidos en sus estados financieros y sean de conocimiento de sus accionistas.