El impacto de la sequía en Uruguay alcanzó a diversos sectores comerciales y productivos, abriendo el debate sobre qué modelos de negocios rentables son más efectivos ante este tipo de crisis.
En este artículo veremos cuáles son las principales problemáticas de los sectores económicos más afectados por la sequía en Uruguay y cuáles son las distintas claves que deben considerarse para generar modelos de negocios rentables ante las crisis hídricas cada vez más frecuentes.
La sequía en Uruguay y su impacto socioeconómico
Desde el 2020, Uruguay transitó un evento continuo de sequía que llevó al gobierno a declarar la emergencia agropecuaria en octubre de 2022, y luego la emergencia hídrica en junio de 2023.
Ante la magnitud de este fenómeno, distintos medios internacionales se hicieron eco de las causas y consecuencias de la sequía en Uruguay, especialmente sobre la escasez de agua potable en Montevideo y alrededores.
Asimismo, el impacto económico fue inmenso, estimándose una pérdida de casi 2 puntos en el PIB, según la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central del Uruguay, afectando a sectores tan variados como la producción agropecuaria, el turismo, la generación de energía eléctrica y numerosas industrias de distintos rubros.
Específicamente en el sector agropecuario, uno de los más afectados directamente por la sequía en Uruguay, hubo pérdidas económicas cercanas a los USD 2.000 millones, de acuerdo con un informe de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que forma parte de la Rendición de Cuentas 2023.
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Desafíos para afrontar la sequía en Uruguay con modelos de negocios rentables
Ante tal escenario de pérdidas, es necesario establecer cuáles son los principales desafíos que deben superarse para lograr modelos de negocios rentables en el contexto de la sequía en Uruguay.
Entre otras problemáticas, se destacan:
- Reducción del suministro: aunque sea obvio, el problema más inmediato ante la sequía es la poca o nula disponibilidad de agua, esencial para la producción de casi cualquier producto o servicio.
- Aumento de costos: la escasez de agua puede elevar los costos de adquisición del recurso, así como también de la energía eléctrica y otros servicios o materias primas.
- Restricciones y regulación: las autoridades reguladoras pueden implementar restricciones en el uso de agua, obligando a adaptar procesos y operaciones.
- Interrupciones en la cadena de suministros: además del agua, pueden escasear distintas materias primas o insumos, generando huecos y carencias en la cadena de suministros que afectan al flujo productivo.
- Desprestigio corporativo: las empresas pueden sufrir daños a su reputación si se percibe que contribuyen a la escasez de agua o no toman medidas para optimizar su uso.
Identificar los problemas y desafíos de la sequía en Uruguay permite reconocer y anticipar posibles oportunidades y ventajas competitivas para establecer modelos de negocios rentables en situaciones de crisis hídrica.
Estrategias de resiliencia ante la crisis hídrica para lograr modelos de negocios rentables
Una vez definidas las grandes problemáticas para el desarrollo de negocios rentables en contexto de crisis hídrica, cabe enumerar las principales estrategias de resiliencia para proteger esa rentabilidad.
Tomando como base el libro Business Adaptation to Climate Change (2022) publicado por Cambridge University Press en colaboración con los autores Jorge E. Rivera, Chang Hoon Oh, Jennifer Oetzel y Viviane Clement, podemos establecer algunas claves para desarrollar modelos de negocios rentables que permitan afrontar la sequía en Uruguay.
Primeramente, es medular planificar procesos e implementar tecnologías que permitan realizar una gestión eficiente del agua. Para ello conviene efectuar revisiones y mediciones periódicas para identificar fugas y empleos innecesarios, e invertir en innovación tecnológica, como sistemas de monitoreo y sensores inteligentes para optimizar el consumo.
La planificación implica también la prevención de riesgos y la elaboración de acciones de contingencia ante futuros escenarios de crisis hídrica.
Otras medidas altamente recomendables son las que implican la adopción de enfoques de economía circular que potencien la sostenibilidad de los emprendimientos. Entre otras acciones, pueden implementarse planes de reciclaje y reutilización de aguas residuales, adoptarse fuentes alternativas de suministro de agua (como la captación y almacenamiento de agua de lluvia) o el rediseño de productos y procesos para que requieran menos agua en su elaboración.
Pero además de las acciones directas sobre el recurso, es imprescindible la toma de medidas de responsabilidad comunitaria, como la colaboración con otras empresas, organizaciones gubernamentales y ONG para compartir conocimientos y recursos en la gestión de las crisis hídricas.
Estas acciones, realizadas en conjunto con campañas de comunicación e iniciativas de educación al personal sobre sostenibilidad y responsabilidad ambiental, dan resultados muy efectivos y ayudan a mejorar la imagen corporativa interna y externa.
Finalmente, las colaboraciones estratégicas también pueden extenderse a los demás participantes de la cadena de suministro, optando por proveedores y colaboradores que compartan la visión de sostenibilidad y optimización de recursos hídricos que nuestro negocio necesita.
Todas estas acciones y estrategias implementadas de forma complementaria ayudan a generar modelos de negocios rentables y resilientes ante las crisis hídricas, como la generada por la última gran sequía en Uruguay.
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