“El MERCOSUR le debía a los uruguayos mostrarse eficiente a la hora de servir como herramienta para insertarnos en el mundo”, dijo la embajadora Valeria Csukasi, directora general para Asuntos de Integración y MERCOSUR de la Cancillería del Uruguay, durante la conferencia “Los acuerdos del MERCOSUR con la UE y EFTA”.
La charla, organizada por el Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad ORT Uruguay, tuvo lugar el 13 de noviembre de 2019 en el Auditorio del Campus Pocitos.
Similitudes, revisiones y respuestas
Las negociaciones con la Unión Europea (UE) se cerraron en junio de este año; las que se desarrollaron con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés) en agosto. Para Csukasi fueron “distintas pero parecidas en muchos estilos” y “combinadas, cierran el relacionamiento del MERCOSUR con todo el continente europeo”.
Para la embajadora es preciso considerar los acuerdos como complementarios, ya que van a ayudar a los exportadores uruguayos a acceder a un mercado importante por la cantidad de población y su nivel adquisitivo. “El MERCOSUR le debía a los uruguayos mostrarse eficiente a la hora de servir como herramienta para insertarnos en el mundo”, indicó.
Csukasi recordó que estos acuerdos no están firmados, sino cerrados. Desde setiembre están sujetas a revisión legal las 22 piezas documentales que conforman el acuerdo con la UE, así como las 16 que componen el acuerdo con EFTA. “El nivel de detalle que exige este trabajo es extenuante”, explicó y agregó que prevé que las firmas se lleven a cabo a mediados de 2020.
“Son millones de dólares que vienen directamente a los productores uruguayos”, afirmó sobre el acuerdo con la UE. “Es la respuesta que, al menos el sector productivo uruguayo, viene reclamando desde hace varios años”, agregó.
Resta definir aún la forma en que Europa ratificará el tratado, lo que variará según se considere una competencia política o comercial. Desde el MERCOSUR se determinó realizar una ratificación individual. En el caso de Uruguay se estima que el trámite se cumpliría rápidamente llegado el momento.
¿Qué gana Uruguay con estos acuerdos?
Según Csukasi, para los productores y exportadores uruguayos los acuerdos representan –en principio- un ahorro de más de 100 millones de dólares en aranceles que actualmente se abonan a la UE. “Solamente con dejar de pagar el arancel de la cuota Hilton son 14 millones de dólares menos”, detalló sobre las exportaciones de carne de alta calidad.
Cuero, lana, soja y pesca son sectores que obtendrán beneficios e ingresarán sin pagar aranceles a la UE, lo que incentivará la instalación de inversores en estos rubros. Los cítricos verán su arancel eliminado en 10 años, así como la fruta en general. En el caso de la UE se elimina además el precio de entrada, una herramienta adicional a los aranceles que habitualmente genera incertidumbre entre los exportadores.
Los productos insignia de Uruguay son también los más sensibles para la UE. Productos como la carne, el arroz y la miel contarán con cuotas arancelarias, por lo que únicamente un porcentaje limitado de la producción del MERCOSUR podrá ingresar anualmente a Europa y será necesario definir los porcentajes de cada integrante del bloque.
Actualmente, el arroz representa el 80 % de la exportación uruguaya a la UE; mientras que la carne implica una competencia interna dentro del bloque regional con Argentina y Brasil.
Los vinos y los lácteos también son productos que generan polémica. En el primer caso, Csukasi dijo que los grandes bodegueros ven con buenos ojos la inserción internacional, mientras que los pequeños productores temen por la invasión de productos europeos de bajo costo. “Uno tiene que pensar en cómo fortalecer al sector para aprovechar la oportunidad que se abre con la colocación del vino uruguayo en Europa”, dijo.
Para la embajadora, el sector lácteo es donde el país sale menos favorecido, ya que no hubo comprensión del lado europeo respecto a su relevancia. Actualmente, el 80 % de los productos lácteos que se producen en Uruguay se colocan en Brasil.
En el caso del acuerdo con EFTA, los países integrantes no negocian con concesiones únicas sino que varían según el destino. Así, las condiciones de Suiza y Noruega difieren sustancialmente en productos como la carne, si bien hay una liberalización de productos como el arroz y los cítricos.
La embajadora dijo que los acuerdos con las naciones europeas también incluyen disposiciones en materia de servicios, lo que aumenta las posibilidades de generar oportunidades de negocio, aunque los términos son tradicionales y por ende conservadores en el nivel de apertura. En áreas públicas como educación y salud, en tanto, no hay cláusulas que permitan el ingreso libre de la UE o EFTA en los territorios del MERCOSUR.
Inserción, oportunidades y prioridades
En el marco de la renovación y la apertura del MERCOSUR, Csukasi reveló que las negociaciones con Corea están bien encaminadas. “Cuando uno evalúa estos acuerdos tiene que ser responsable y decidir cómo ayuda”, explicó. “Ayudar es asegurarse de que la agenda de negociación e inserción del MERCOSUR continúa”.
“La prioridad debería seguir siendo apostar al MERCOSUR”, contó la experta, ya que la presencia de Brasil –mercado extremadamente atractivo- permite negociar con mucha más fuerza.
“Hay una apuesta de los productores, con inversión propia, a mejorar la calidad de sus productos, a cumplir estándares internacionales, a superar largamente estándares internacionales –concluyó Csukasi-. Es injusto que por elementos políticos e ideológicos se manosee el trabajo de muchos años, y ahí es donde nosotros como uruguayos tenemos que hacernos todos responsables y trabajar para la defensa de ese Uruguay”.