Desde hace años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha promovido nuevas normativas para impulsar la transparencia fiscal internacional. Con cada documento que este organismo internacional presenta, propone incluso rediseñar el tratamiento tributario internacional.
Estos cambios que impulsa el organismo internacional intentan combatir la evasión fiscal entre países, pero poniendo en riesgo la soberanía fiscal de los mismos. Y, como Uruguay no es la excepción, el Dr. Gianni Gutiérrez, socio del Departamento Tributario de Ferrere Abogados, postgraduado en Derecho Internacional y Americano por el Center for American and International Law en Dallas, Texas, y coator de varios libros en el rubro tributario, visitó el pasado 10 de mayo de 2013 la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de Universidad ORT Uruguay para brindar una nueva perspectiva sobre este tema en la exposición titulada “Intercambio de información fiscal: ¿por qué y hasta dónde?”, organizada por el Departamento de Contabilidad e Impuestos.
En un intento de seguir las líneas de la OCDE, durante los últimos tres años Uruguay firmó 25 tratados y negocia otros tantos. Nuestro país no sólo ha firmado acuerdos de intercambio de información con Argentina y Brasil, también ha limitado fuertemente su secreto bancario y ha modificado el sistema de identificación de los titulares de acciones al portador, comenzó diciendo Gutiérrez.
Esto significa un cambio trascendental en las políticas comerciales del país y conocer la agenda del organismo es relevante para adelantarse a los cambios que se aproximan y saber cómo puede posicionarse Uruguay en ese escenario.
Cómo fue la gestación del intercambio con fiscos extranjeros, cuál fue el papel de la OCDE en este tema, qué consecuencias tuvo su adaptación, cómo vivió Uruguay este proceso, cuáles fueron los cambios que vinieron del exterior y cuáles son los próximos temas en la agenda de la OCDE: estos son solamente algunos de los puntos que el conferencista trató frente a una audiencia de profesionales y académicos.
El intercambio de información fiscal, dijo, es una de “las manifestaciones más factibles de la pérdida de soberanía fiscal de los países”. “Es un sistema que vino desde afuera, que se creó por parte de los países desarrollados. Fue catalizado por la OCDE y se potenció a partir de 2008 con la entrada en crisis de los distintos países del norte”, puntualizó el experto para aclarar el escenario.
Las crisis generan oportunidades, recordó Gutiérrez, y la OCDE vio una oportunidad. “¿Cuál fue la oportunidad? Empezar a aplicar lo que venía desarrollando en materia de comité técnico desde hace mucho tiempo”, dijo. El abogado se refirió a una resolución de 1998, donde quedó definido que los países pueden competir en todo menos en materia de impuestos. “Porque si los países compiten en materia impositiva, puede suceder una carrera hacia el fondo”, puntualizó.
En este contexto surgió también el sistema de calificación internacional de la OCDE que encasilla a los países según su comportamiento fiscal. “La OCDE califica a los países malos que no dan información a los estados para protegerlos, a aquellos que apliquen un sistema tributario beneficioso para los no residentes y aquellos que tienen falta de transparencia”, afirmó Gutiérrez. Según dijo, la OCDE identifica a los paraísos fiscales y los persigue.
Esto sucedió, según el analista, hasta la administración de George W. Bush, quien determinó que lo importante era acceder a la información fiscal. El secreto bancario no podía ser una barrera.
Los nuevos cambios que fue implementando la OCDE a lo largo de los años hicieron, incluso, que Uruguay entrara en la lista negra de la OCDE, señaló Gutiérrez.
Luego, en 2010, Uruguay flexibilizó el tema del secreto bancario, acatando el requerimiento del organismo internacional. “El secreto bancario en Uruguay era una especie de vaca sagrada. La política del Estado uruguayo era la de no cooperar en el levantamiento del secreto bancario ni siquiera en la investigación de delitos tributarios ni mucho menos infracciones realizadas por terceros países”, explicó Gutiérrez.
Actualmente, Uruguay levanta el secreto bancario “en los casos de intercambio de información, mediante un pedido judicial ante la DGI donde se le da la chance al titular de oponerse y también en los casos locales que la DGI tiene dudas”. “Seguimos firmando acuerdos de intercambio de información y acuerdos para evitar la doble imposición”, recordó el expositor.
Respecto a la inspección de fiscos extranjeros en Uruguay, estos se prevén, dijo Gutiérrez, como una facultad y no una obligación. Esto quiere decir que los observadores pueden visitar el país si el contribuyente lo aprueba.
Por otro lado, una de las últimas innovaciones de la OCDE es el intercambio de información automática. Esto quiere decir la transmisión sistemática de información masiva entre países sin que sea requerida previamente.
Para Gutiérrez, el porvenir es prioritario. El experto cree que Uruguay necesita adelantarse a los requerimientos de la OCDE. “Hay que adelantarse a los cambios para ver cuál puede ser la posición de Uruguay en ese sentido”.