La conferencia “Sistemas financieros: Crisis, presente y futuro” se realizó, el miércoles 30 de setiembre de 2015, en la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.
Expusieron el Ec. Julio de Brun y el Cr. Bruno Gili, quienes analizaron la estructura de los sistemas financieros, los más importantes rasgos regulatorios, qué oportunidades de negocios brindan y qué dificultades conllevan.
El evento formó parte del ciclo Charlemos con los Profesores, que organiza el Departamento de Economía.
Estructura de los sistemas financieros
Según el horizonte de inversión, dijo de Brun, los sistemas financieros pueden ser mercados de dinero o de capitales.
Existen, a su vez, distintos intermediarios financieros. Los corredores o brokers no toman posesión. Los dealers, en cambio, actúan en el proceso de oferta y demanda, agregó el experto. Se colocan en la contraparte de la negociación.
Asumen un riesgo, lo que genera un cambio en el mercado; aseguran que haya una oferta para una demanda existente o viceversa. Por último, los market makers e instituciones de inversión conjunta son fondos de inversión, bancos, compañías de seguros.
"A modo de ejemplo, podemos pensar en la principal diferencia entre el rol de las inmobiliarias y el de las automotoras”, dijo el profesor. “Las primeras simplemente cobran comisión, mientras las segundas toman propiedad del vehículo y luego consiguen compradores. En ese sentido, las automotoras se asemejan a las casas de cambio en el mercado financiero".
Modalidades de inversión
Hay distintas modalidades de inversión. La inversión conjunta consiste en juntar fondos de muchas personas y canalizarlos en un portafolio de activos, de manera que se reduce el tamaño de la inversión necesaria, pero –a su vez– se adquiere un alto grado de diversificación en los activos en los cuales uno se encuentra.
Los fondos de inversión generalmente se especializan en algún tipo de activo, en algún sector.
Los bancos tienen un sistema similar al de los fondos: juntan recursos de mucha gente y los canalizan en un portafolio activo.
“Además del foco en el que se hacen las inversiones, hay una diferencia fundamental entre poner un dinero en un banco o en un fondo de inversión. Y esa diferencia es el riesgo”, afirmó de Brun.
Desafíos
Según de Brun, Uruguay tiene un sistema bancario con casi nulo desarrollo en sus mercados capitales. El sector bancario ha sufrido un agudo proceso de concentración, desde mediados de los sesenta.
A la reducción en el número de instituciones se suma una fuerte presencia estatal, por la participación del Banco República en el mercado.
Para Bruno Gili, la banca debe estar preparada para las nuevas tendencias. La globalización implica que el conocimiento y la información pasan a ser bienes públicos, donde el sistema de organización pasa de átomos a redes. Al crecer la economía en red, aumenta el dinamismo en el turismo, la educación y las finanzas.
La tecnología permite a actores pequeños competir con actores tradicionales en nichos. Hay datos públicos, en la nube, a los que se puede acceder. “Ya no es un problema el tener datos”, agregó el conferencista.
“Hoy, con internet, tengo referencia de cualquiera en segundos”, dijo Gili. El hecho de que los costos de tener datos tiendan a cero modifica la forma en que se construyen las organizaciones.
Se disminuye el problema de la asimetría. Todo el componente queda al servicio de la banca. La economía cambia, aseguró.
Gili considera que la clave del asunto es que la sinergia entre actores de las diversas industrias da lugar a un nuevo entramado financiero.
“La tecnología ha cambiado la forma de los clientes de interactuar con las instituciones. Los bancos tienen que innovar y reinventarse para hacer frente a un cliente hiperconectado e hiperexigente”, afirmó Gili.
Los consumidores, según Gili, ahora están más informados y, por ende, son más exigentes. Para entenderlos, contamos con datos de distintos tipos: redes sociales, omnicanalidad e Internet of Things.