El martes 1º de abril de 2014 se llevó a cabo en el auditorio de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales la conferencia “Economía y opinión pública: fundamentos para la transformación de la soberanía”, que formó parte del Ciclo de Conferencias que organiza el Departamento de Estudios Internacionales.
La charla estuvo a cargo de Filipe Vasconcelos Romão, Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Coimbra, investigador y docente de la Universidad Autónoma de Lisboa. Vasconcelos, profesor visitante de la materia Análisis de la Coyuntura Internacional Contemporánea, de la Licenciatura en Estudios Internacionales, disertó sobre el impacto de la economía en la integración europea.
Según el profesor, a medida que aumentó la cooperación comercial y la interdependencia económica entre los países después de la Segunda Guerra Mundial, se dieron cambios en el sistema internacional basado en los Estados Naciones. A partir de allí, comenzaron a adquirir mayor relevancia las multinacionales, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales como el Mercosur o la Unión Europea (U.E.).
El intercambio comercial, indicó Vasconcelos, va superando y exigiendo respuestas de los estados, lo que desafía su soberanía y su estructura interna. Los estados, que según el profesor son estructuras “pesadas y rígidas que se mantienen por siglos”, tienen “dificultad” para reaccionar a las nuevas amenazas internas y externas al poder político.
La U.E., explicó, es ejemplo de cómo a través de la economía se transforman las relaciones de soberanía entre estados. Durante las primeras etapas de la U.E., los miembros prescindieron de su soberanía comercial, bajo el concepto de que compartiendo un mercado común se evitaban conflictos armados.
A pesar de ello no renunciaban a los aspectos más “tradicionales” y “simbólicos” de su soberanía como los ejércitos nacionales. Recién a partir de los tratados de Maastricht en 1992 se llegó a la integración en materia de justicia y colaboración policial contra el crimen, lo que tocó elementos más simbólicos de la soberanía.
“La evolución favorable de la economía es la locomotora de la construcción europea y es gracias a ella que se dan nuevas fases de integración política más simbólica”, explicó Vasconcelos.
En el despegue económico de la U.E., Alemania asume un papel central, al punto de llegar a controlar el proceso de integración al bloque a través de su política monetaria y fiscal. El país germano jugó un rol clave en el Banco Central Europeo, estableciendo una serie de criterios de estabilidad inflacionaria que eran imprescindibles para acceder a la U.E.
Con la crisis de 2008, Alemania aumenta su influencia, aprobando ayudas a cambio de intervenir directamente en los presupuestos, la principal arma de soberanía de los estados. Así sucedió, por ejemplo, en el caso de Grecia, explicó Vasconcelos.
Ante la crisis económica, la soberanía del Estado se ve cada vez más erosionada, y los ciclos políticos son cada vez más cortos, dijo el profesor. Esto implica que la popularidad de los presidentes descienda rápidamente al poco tiempo de asumir, como sucedió con el Presidente francés François Hollande, dijo Vasconcelos.
A su vez, crecen los populismos de izquierda y derecha, con un discurso nacionalista que cuestionan la soberanía de los estados y su pertenencia a la U.E., como sucede en Cataluña y Escocia. “Sin la economía como principal herramienta, el Estado no sabe cómo responder a esos movimientos”, consideró el profesor.
“Si siguen aumentando los populismos hay riesgo de poner en crisis el sistema europeo” provocando la salida de varios países del sistema del euro, evaluó. Con la crisis económica, se va hacia estados débiles, lo que puede tener consecuencias políticas, advirtió. “La creación de una moneda única no tiene precedentes en el mundo, y si se sale de eso no se sabe qué puede pasar”.