Martina Jiménez de Aréchaga, estudiante de la Licenciatura en Estudios Internacionales, contó cómo fue el Semestre Internacional en el que estuvo de intercambio en la Universidad Sciences Po de París.
-¿Por qué quisiste hacer un Semestre Internacional?
-Decidí hacer un Semestre Internacional porque no quise desaprovechar la oportunidad que le da la ORT a sus alumnos de ir a estudiar al extranjero. Me interesaba conocer el punto de vista académico de profesores y alumnos de distintas partes de mundo para poder entender las relaciones internacionales con otras herramientas. Quería tener contacto con otras culturas para poder adquirir otras visiones sobre la realidad en otros países. A su vez, haciendo el Semestre Internacional tenía la posibilidad de cursar materias que la ORT no me ofrecía como, por ejemplo, el desarrollo económico en África, la ética en la guerra, el período dictatorial chileno, entre otras. Por último, quería perfeccionar el inglés y aprender francés.
-¿Cómo surgió la posibilidad de hacerlo en Sciences Po París?
-Cuando comencé a planificar el destino investigué las opciones que ofrecía la ORT y me asesoré con profesores. Llegué a la conclusión de que Sciences Po era adonde quería ir. Es una universidad de muy buen nivel académico, con aproximadamente un 50% de estudiantes extranjeros, en el centro histórico de París. A su vez, tengo familia viviendo en París, lo cual lo veía como una ventaja.
-¿Por qué elegiste hacerlo allí?
-Elegí Sciences Po París principalmente por el alto nivel académico de la universidad y su diversidad cultural.
-¿Te sentiste preparada para estudiar allí?
-Sí, aunque en algunas materias más que en otras. Por ejemplo, en materias relacionadas con la Unión Europea, donde la mayoría de los alumnos que las cursaban eran europeos, tenía que hacer un mayor esfuerzo para seguir la clase que en otras. Al contrario, en la materia sobre Chile me sentía más avanzada que otros alumnos, algunos de los cuales no habían oído hablar mucho sobre Chile.
-Hiciste materias de diplomacia y de política internacional. ¿Por qué elegiste ese tipo de materias?
-Hice materias económicas y de relaciones internacionales. Mi idea era profundizar en estas áreas. Quería aprovechar que Sciences Po dicta materias específicas dentro de las relaciones internacionales. Las materias estudian particularmente ciertas áreas geográficas o países, lo que te permite especializarte.
-¿Qué destacarías de lo que aprendiste?
-Sciences Po ofrece un curso introductorio para los alumnos extranjeros en el cual explican la metodología de trabajo de la universidad, que es totalmente distinta a la que yo conocía. Aprender una nueva metodología de estudio es lo que más destaco. Tuve que aprender desde un inicio a hacer los trabajos, según las reglas que ellos imponían. Esto me permitió entender que hay distintas formas de ver los problemas y de plantear un trabajo. Tanto los orales como los escritos, debían partir de la identificación de un problema, mediante el planteo de una pregunta. El trabajo debía estar dividido en partes según las distintas perspectivas. Los ejemplos y los argumentos eran fundamentales. Esto es más importante que asimilar el contenido y si el trabajo no estaba conformado de esta forma, por más interesante o novedoso que sea lo que estabas exponiendo, no aprobabas.
-Todas las materias que cursaste fueron en inglés. ¿Qué dificultades te generó?
-A la hora de hacer las exposiciones orales de aproximadamente media hora, que fueran en inglés obviamente me ponía más nerviosa. Pero era parte del desafío. Por lo general no tuve dificultades, me acostumbré a hablar inglés no sólo en la clase, sino también con mis amigos.
-¿Cómo te resultó la adaptación?
-Desde el primer día me adapté muy bien. Participé del curso introductorio y desde el principio de la experiencia ya tenía amigos. Me hice amiga de chicos de Venezuela, Chile, Francia, China, Brasil, Alemania, entre otros lugares. Nunca extrañé ni me sentí sola. No tenía ganas de volver.
-¿Cómo es la vida en París?
-En París siempre hay actividades. Principalmente culturales, como ir a museos o conciertos. Siempre hay alguna novedad, como por ejemplo "la noche blanca" (un recorrido artístico nocturno dedicado al arte contemporáneo), el día del patrimonio, o los festivales de cine al aire libre. La vida es muy tranquila, los franceses están acostumbrados a reunirse entre amigos en las casas.
-¿Cómo era tu vida allí?
-Una mezcla de mucho estudio y pasear para conocer lugares nuevos. Siempre que podía agarraba el mapa y me fijaba adónde me faltaba ir. Hacíamos picnics con mis amigos, íbamos a museos, a bares o a cenar.
-¿Qué fue lo que más te llamó la atención durante tu estadía en el exterior?
-Me llamó la atención que es difícil aburrirse en París y que lo mejor que tiene para ofrecer es la diversidad cultural. Esto me permitió compartir experiencias con personas de distintas partes del mundo, con distintas perspectivas y opiniones.
-¿De qué forma te enriqueció esta experiencia?
-Como ya mencioné, me enriqueció de varias formas. Pero principalmente me hizo darme cuenta que me encantaría volver a estudiar afuera. Hacer un master luego de estar recibida.