El proceso de admisión al MBA es muy exigente. Tiene en cuenta la riqueza de la experiencia previa y sus habilidades interpersonales, así como el resultado de una prueba internacional y el potencial aporte para la diversidad en el aula.
El objetivo es generar un grupo de profesionales capaces y que enriquezcan la vivencia en el aula. Este MBA no es para todos. Esta concepción es vital para que la experiencia sea realmente transformadora y cada participante logre el mayor aprendizaje.
Las características de los estudiantes permiten encendidas y agudas discusiones en el aula (y fuera de ella) que aceleran y profundizan el proceso de aprendizaje.
El equipo de profesores, por su parte, apelando a metodologías centradas en el participante, incentiva y motiva el intercambio de conocimientos y experiencias con el grupo de estudiantes.
Las características de los profesionales seleccionados y sus experiencias en distintos rubros hacen que el curso brinde una gran diversidad en el aula. Esta variedad permite descubrir y apreciar otros puntos de vista. Asimismo, enriquece el intercambio, propicia el aprendizaje y la creación de nuevas ideas.
Los estudiantes del MBA en Recursos Humanos comparten el aula del primer año con los estudiantes de los otros MBA, y en las electivas específicas comparten el aula con los estudiantes de la Maestría o del Diploma de especialización en Recursos Humanos.
Esto brinda la oportunidad mixta de comprender los paradigmas diversos que distintos profesionales muestran en las organizaciones (marketing, recursos humanos, administración, operaciones), y de conocer mejor y contrastar los paradigmas del propio grupo de pertenencia.
Al mismo tiempo permite ampliar las redes de contactos de forma vertical en el área de interés y también de forma más amplia con el grupo de MBA.
El MBA, en resumen, plantea un desafío constante que los participantes superan a través de la transformación y el crecimiento personal y profesional.