Se presentaron los resultados del Informe de Competitividad 2015 – 2016 del Foro Económico Mundial. La conferencia tuvo lugar el lunes 26 de octubre de 2015, y fue organizada por la Facultad de Administración y Ciencias Sociales de la Universidad ORT Uruguay.
La conferencia estuvo a cargo del Ec. Isidoro Hodara, catedrático de comercio internacional de la facultad, y del Cr. Bruno Gili, catedrático de planificación financiera.
¿Qué es?
El Informe de Competitividad involucra a 140 países y estudia 114 variables. Participan cerca de un centenar de empresas por país, y se elabora desde 1979.
En particular, junto con el índice de competitividad, se busca reflejar el nivel de productividad, prosperidad, y potencialidad de crecimiento de un país, de acuerdo a la etapa de desarrollo en que se encuentra. Asimismo, está basado en la concepción de qué es lo que hace competitiva a una economía.
Según indicó Isidoro Hodara, el índice “es una cifra interesante para mirar”, ya que la variable “competitividad” tiene determinantes institucionales, políticos, así como de infraestructura, innovación, y sofisticación de los mercados, entre otros.
“Comparando con la evolución de aprendizaje de un ser humano, saber la tabla del 9 es muy importante si uno está en primaria. Se da por sentado que se sabe si uno está haciendo un postgrado”, precisó Hodara.
El ejemplo sirve para comprender el índice, ya que el grado de exigencia, para determinados atributos, es mayor cuanto más desarrollado es el país, debido a que no se aplican las mismas ponderaciones.
El economista también explicó la metodología. Se basa en dos insumos. Por un lado, las encuestas, que explican 2/3 del puntaje del país. El resto de la nota depende de los datos duros, aportados por instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Los resultados
Uruguay se encuentra en el puesto número 73, en el ranking mundial y tiene un puntaje de 4,09. Cifra que se ha mantenido constante, en los últimos 10 años.
Si bien ha variado su posición en el ranking mundial –llegó a estar en el puesto 63– su puntaje rondaba entre el 4,08 y el 4,10. Asimismo, está entre la etapa dos y tres de desarrollo, de acuerdo a su producto bruto.
A pesar de que Hodara detalló que no se deben mirar solo los resultados, Uruguay está cuarto en América Latina, en cuanto a su nivel de competitividad –por encima está Chile, Colombia y Perú–.
En la totalidad del ranking, Brasil está en el puesto 75 y Argentina en el 106. “Uruguay está mejor que el promedio de América Latina, en la mayoría de los pilares definidos por el foro”, agregó.
Sin embargo, hay diversas realidades. El experto indicó que en lo relativo a las instituciones, el país está “muy bien”, dado que se encuentra en el lugar número 48.
En cambio, la sofisticación empresarial es un punto crítico, ya que está en el puesto número 83. El Informe de Competitividad destaca que es “uno de los pilares donde Uruguay ha tenido poco crecimiento y en el cual debe enfocarse a futuro”.
Bruno Gili se enfocó en contar los resultados del informe y sus implicancias. En su opinión, Uruguay, “está con algunos problemas para hacer negocios más complejos, con mayor valor agregado, y más inserto en el mundo”.
“Dado que estamos en un país que se supone que está en transición, este es el punto crítico para trabajar”, aseguró.
En la eficiencia del mercado laboral, Uruguay también tiene una de las peores notas, en comparación con el continente y con el mundo. Gili manifestó que, por ejemplo, está faltando el suficiente capital humano para progresar, lo cual está vinculado a las dificultades en la oferta educativa, la formación profesional y en lo relativo a la capacitación técnica.
Afectación de los diferentes sectores y desafíos a futuro
“La preocupación es la eficiencia del sector laboral”, afirmó Álvaro Queijo, presidente de la Unión de Exportadores. A su vez, dijo que, “pese a creer que Uruguay es un país de diálogo, somos los peores de la escuela” en dicho ámbito.
En su opinión, la eficiencia laboral es un factor preocupante para las inversiones y el desarrollo del país, que representa un problema tanto para los empresarios, como para el gobierno, y para los trabajadores. “Tenemos que reaccionar a los cambios”, finalizó.
Para Eduardo Díaz –presidente de la Cámara Mercantil de Productos del País–, el país necesita adecuar la normativa vigente. Además, señaló que si se quieren mejorar los niveles de innovación, “hay que aumentar los números de gente capacitada”.
También hizo hincapié en la infraestructura. Si bien admitió que en los últimos años empezó a haber una estrategia, según él, el crecimiento de la producción no se vio acompañado por un nivel de inversiones, que soportara el crecimiento. “No nos tenemos que quedar en el ‘Maracanazo’, el objetivo debe ser trabajar hacia el futuro”.
Antonio Carámbula –director ejecutivo de Uruguay 21– hizo referencia a la necesidad de trabajar y profundizar el trabajo en materia de posicionamiento de la marca país.
También enfatizó en la importancia de la “atención permanente para el mantenimiento y la mejora de las condiciones competitivas, más allá de la coyuntura económica”.
Por último, Álvaro Ons –presidente de la Agencia Nacional de Desarrollo Económico– expresó que Uruguay “quizás tiene instrumentos que no hacen justicia a las condiciones que efectivamente tiene el país para desarrollarse”, ya que, para la sofisticación e innovación, hay instrumentos que están faltando, o que son muy incipientes: “Hay una institucionalidad que no está preparada para abordar esos desafíos”.
Respecto a la idea de formar un Sistema Nacional de Competitividad, es decir, una organización pública que permita la articulación y la coordinación entre las instituciones, dijo que es necesario la creación de una organización espejo, del lado del sector privado, para que pueda establecerse un diálogo, ya que, de lo contrario, “no va a ser posible avanzar en estos desafíos o en la velocidad que nuestra situación necesita”.
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