El 24 de junio de 2015 se llevó a cabo, en la Facultad de Administración y Ciencias Sociales, la conferencia “Israel, Estados Unidos, Irán y la nueva ecuación estratégica en el Medio Oriente”, por el Dr. Alberto Spektorowski.
El evento fue organizado por el Departamento de Estudios Internacionales y por el Departamento de Estudios Judaicos de la Universidad ORT Uruguay.
Spektorowski propuso imaginar una situación: un primer ministro de un país pequeño llega, invitado por la oposición, al Congreso de Washington, para influir en la política estadounidense –que choca con las ideas políticas del presidente–. “Es casi imaginable, es de locos, pero eso mismo fue lo que sucedió con el primer ministro de Israel”, explicó.
No todos los países tienen una relación cercana con Washington, de “amigos íntimos”, como la que mantiene Israel. En palabras de Spektorowski, es una misión que “prácticamente cualquier país dentro del mundo democrático quiere tener”.
Sin embargo, no es fácil conseguirla. Por eso, el ABC de la política israelí se basa en lograr no transformarse en un problema partidista en Estados Unidos. El hecho de que Benjamín Netanyahu se presentara de ese modo ante el Congreso norteamericano supuso un quiebre, afirmó.
Según lo que manifestó el experto, la relación estratégica comenzó a resquebrajarse al margen de la poca simpatía que se tienen los dos presidentes. “Netanyahu y Obama son dos personalidades que no tienen absolutamente nada que ver”, dijo.
“La política americana estaba tomando un rumbo hacia un costado, que era completamente desfavorable a los intereses de Israel”. Spektorowski cree que cuando dicho país entendió la situación, Netanyahu tomó la decisión de que, perdido por perdido, iba a tratar de influir en el Congreso.
El fin era “tocar el corazón de los demócratas” para hacer entender que la estrategia que se estaba armando era “catastrófica para Israel y Estados Unidos”. “Era como ir al casino y jugarle toda la plata a un número”, sentenció Spektorowski.
Por otra parte, manifestó que si Netanyahu, mediante la maniobra que realizó, consigue que se bloquee el pacto que Estados Unidos y las demás potencias están haciendo con Irán, se debería poner como “precedente en los estudios de Relaciones Internacionales, en la historia del mundo” y “quedará para estudiarlo por años y años”.
Irán y su proyecto atómico
Irán era el proyecto político de los últimos 15 años de la vida política de Netanyahu, según Spektorowski. Mientras que algunos lo catalogaron como una “obsesión” del primer ministro, otros, en cambio, lo veían como algo “muy peligroso y problemático”.
Israel tuvo mucho que ver con las sanciones que Occidente impuso a Irán, ya que, según el experto, Israel dio a entender que estaría dispuesto a atacar si no se ponía en primera línea las negociaciones sobre el proyecto atómico. De modo que Estados Unidos, para evitar que dicho país haga cualquier locura, impuso sanciones duras para la economía iraní y lo obligó a negociar.
Estados Unidos se comprometió a que Irán no tuviera la bomba atómica y que reduzca en forma considerable la producción de uranio. Al mismo tiempo, Irán dijo que tampoco quería la bomba atómica.
Pero, como explicó el orador, la preocupación de Israel se basaba en que Irán no sea un país que esté “al borde de la posibilidad de construir una bomba atómica en el momento que lo quiera”.
Además agregó: “Estados Unidos no quiso y no quiere aceptar esa otra parte. Lo que aduce es que Irán ya está cerca, que no alcanzar un acuerdo con Irán no hará imposible que siga su camino hacia el poder atómico”.
Las afirmaciones de Obama son terribles para los intereses de Israel, según Spektorowski: “Es como decir: ‘Yo, Estados Unidos, no tengo poder para hacer A, B o C’”. Confesar eso, para el orador, es un cambio sustancial.
El futuro
“Irán ha jugado las mejores cartas. Tarde o temprano va a tener un arreglo en donde va a seguir con el poder atómico y no va a hacer ninguna concesión”, señaló. “Si el arreglo con Irán es malo o bueno, se verá”. Sin embargo, para prácticamente todo el mapa político israelí, ese arreglo es “espantoso”.
“¿Que espera Israel?”, preguntó Spektorowski. “Espera fehacientemente que cambie la administración americana. No puede existir ningún otro presidente de los Estados Unidos que sea peor para los intereses de Israel que Obama”.
“Lo que exige y espera Netanyahu, en estos momentos, de una forma u otra, es un cambio de gobierno en Estados Unidos, que revuelque la balanza y reincluya a Israel dentro del manejo estratégico”. A su vez, el orador calificó a esa idea como algo “muy posible, que no está fuera de los cálculos”.