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"Estamos en situación delicada para llegar a la meta del déficit"

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Christian Daude. Foto: Darwin Borrelli

CHRISTIAN DAUDE

El “tres” de Economía afirmó que se descartan más impuestos y se buscan otras opciones.

Años atrás, en el primer gobierno de Tabaré Vázquez, había tenido "conversaciones" pero nunca una oferta puntual para ocupar un puesto en la administración. El economista Christian Daude, que desde enero es el director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía (MEF) luego de la renuncia de Andrés Masoller, califica su posición actual como "bien interesante". La "principal motivación" para dar el sí fue el desafío a nivel profesional y "también poder dar una mano", dijo el "número tres" del MEF. Lo que sigue es un resumen de la entrevista que mantuvo con El País.

—¿Qué diagnóstico hace de una economía que crece pero que no logra crear empleo?

—Ahí hay una serie de factores. Es importante poner en perspectiva, sobre todo regional, ese crecimiento. Si uno mira a Brasil y Argentina, sí nos hemos diferenciado mucho y logrado crecer muchísimo más. Pero, claramente a pesar de que eso es un factor positivo, el crecimiento sin creación de trabajo es una preocupación. Por un lado hay algunos sectores donde tenés una contracción por razones probablemente idiosincráticas, como la construcción, que son muy intensivos en mano de obra. A su vez tenés otros que se expanden que son menos intensivos en mano de obra. La composición sectorial explica en parte ese fenómeno un poco atípico de crecimiento sin creación de empleo. Tenés otros fenómenos que juegan pero en el margen, como son algunas empresas que están recurriendo a la automatización. Y otros sectores en los cuales los precios internacionales se han venido abajo, tienen mucha presión sobre los costos y donde les ha sido difícil absorber o mantener mano de obra en esa situación.

—Analistas privados hablan de crecimiento "asimétrico" o con "debilidades". ¿Lo comparte?

—No comparto la idea de que esta recuperación sea frágil o débil. Ese sería el caso si el único factor que tira del crecimiento es el consumo privado basado en un endeudamiento de los hogares que ya están muy endeudados, por ejemplo. O tal vez peor, consumo del gobierno. No es el caso. Si bien el consumo privado ha sido uno de los motores por el lado de la demanda del crecimiento y de esta recuperación, viene asociado a la capacidad de compra de los hogares. Lo que vemos hoy en día es una expansión del consumo que es sostenible desde el punto de vista de los ingresos que lo sustentan. A su vez no hay un solo factor de la demanda que está llevando adelante el crecimiento. El otro ha sido la demanda externa, las exportaciones. No te estás parando en un solo pie sino que por lo menos estás parado en dos que te permiten más estabilidad.

—El déficit fiscal cerró el año pasado mejor que el anterior, pero igual un poquito por encima de la meta oficial. ¿Cómo se hace para llevarlo a 2,5% al final del período de gobierno?

—Desde el punto de vista de los desafíos de la política macro el déficit es lo que nos preocupa más. ¿Por qué? Hay que tener claro que estamos hoy en día en 3,5%, estamos hablando de querer llegar a una meta de 2,5%. El 2,5% ese no es un capricho que se nos ocurrió sino que es un nivel de déficit que nos permitiría estabilizar la deuda en niveles que son compatibles con nuestros ratings actuales. Hay tres calificadoras que nos tienen un punto por encima del grado inversor, es la mejor calificación que hemos tenido en la historia. Eso se refleja obviamente en menores costos de financiamiento, y eso es lo que hay que cuidar. La sostenibilidad fiscal es la que permite tanto a los gobiernos realizar sus programas sociales, de inversión, como también a las empresas poder planificar a mediano o largo plazo sus inversiones, sus actividades. Pero también hay que tener claro que no estamos hablando de un problema inminente, grave, del lado fiscal, sino simplemente que es importante cuidar esos equilibrios porque son los que permiten la inversión, el crecimiento y acompañarlo con una política social que sea incluyente. Es verdad que cerramos el año un poco peor de lo que esperábamos. Es verdad que en la Rendición de Cuentas ese 3,3% (de meta para 2017) incluía el excedente del Fondo de Estabilización que al final nunca se traspasó (eran unos US$ 170 millones, 0,3% del PIB), pero igual es un ingreso por única vez y está asociado a un gasto. Es verdad que estamos a un punto del PIB de la meta del 2019. Todavía estamos trabajando en preparar la Rendición de Cuentas y nos parece que es un dato de la realidad tanto esto, como la necesidad de llegar al déficit meta que nos hemos trazado. El mayor crecimiento puede ayudar y hay otras opciones, pero claramente estamos en una situación diría delicada en el sentido de llegar a la meta del 2,5%.

—¿Esas otras opciones por dónde podrían pasar?

—Eso no lo voy a adelantar. Lo único es que creo que hemos sido muy enfáticos no solamente el Ministerio (de Economía) sino el propio presidente y el Poder Ejecutivo en que no estamos pensando en introducir nuevos y más impuestos.

—¿Se descarta que la carga impositiva se incremente?

—La recaudación puede aumentar pero por otros motivos. El crecimiento, hay exenciones que se pueden rever, etcétera, pero no por mayores impuestos.

—¿Exenciones de qué tipo?

—No, por ahora no (hay anuncios). Una de esas es la que se acaba de anunciar, que es que ahora en la devolución de IVA para los turistas no residentes en vez de 22 puntos va a estar en el mismo régimen de los uruguayos. Eso va a representar un ahorro de recursos.

—Si a 2019 no se logra ese objetivo de déficit, ¿puede llegar a haber un impacto por el lado de la calificación del país?

—Es una decisión de las calificadoras.

—¿Pero ha habido alguna advertencia en ese sentido?

—Las calificadoras lo siguen con mucha atención, eso está claro. Si uno mira a otros países de la región, por ejemplo Colombia, que también ha tenido downgrades (baja de la nota) recientemente, la justificación en ese caso ha sido no llegar a la meta fiscal. Ese es un poco el razonamiento de las calificadoras, con lo cual es uno de los riesgos a los que nos exponemos.

—Su llegada a la Asesoría fue tras la renuncia de Andrés Masoller. En su momento él explicitó las razones de su salida: diferencias con el tema cincuentones y UPM. ¿Comparte alguna de esas inquietudes?

—Está claro que en ambos temas había preocupación en el ministerio por aspectos fiscales, sobre todo. El proyecto de los cincuentones cambió desde la salida de Andrés hasta lo que finalmente se votó. Si eso fue lo mejor, no. Acá claramente otras opciones se habían manejado, pero al final esto es un compromiso y claramente había un reclamo que era legítimo, que se le ha dado una solución. Ahora estamos en el tema de la implementación del decreto y para nosotros lo más importante es cumplir con nuestro mandato. En cuanto a UPM, nuestro papel ahora es asegurar la inversión y que las obras de infraestructura asociadas se hagan en tiempo y forma y dentro del marco fiscal del programa. En la medida que se concrete, tendrá beneficios importantes para la economía uruguaya.

"Crear empleo", clave en ronda salarial

—Se aproxima la negociación colectiva. ¿Qué desafío le impone la trayectoria al alza que está teniendo la inflación?

—Claramente sería más fácil negociar con la inflación en el centro del rango meta, pero hay que tener claro que, en parte, tanto la reducción tan pronunciada que tuvimos, como ahora la vuelta de la aceleración se debe a factores más volátiles. Si uno mira las negociaciones pasadas, donde propusimos incrementos nominales, fue en un contexto donde estábamos en dos dígitos y acelerándonos. Sí, estamos cerca del 7%, pero también creemos que algo de credibilidad debemos haber ganado desde la última ronda para que los lineamientos que propusimos sean más aceptados tanto por empresarios como trabajadores.

—¿La idea es insistir con esas pautas?

—Lo de los ajustes nominales sí. También es importante tener flexibilidad en reconocer las distintas realidades sectoriales. Uno de los aspectos claves para esta ronda también es que permita crear empleo, y proteger empleo, entonces eso es un criterio que tiene que estar arriba de la mesa.

—El Pit-Cnt dijo que buscará que las correcciones sean por IPC. ¿Eso afectaría el empleo o no?

—Entiendo el planteo, pero en ese caso volveríamos un poco al esquema anterior de mucha indexación hacia la inflación pasada. Tenemos el objetivo de mantener la inflación en el rango meta y si es posible en el centro, entonces hay todavía pasitos a dar y de todas maneras existen otros instrumentos que protegen al salario real si se da una aceleración de la inflación como son los correctivos y los gatillos.

Tres temas.

"Favorecer más la inversión"
Obra en construcción. Foto: archivo El País

El jerarca se refirió al paquete de medidas que el gobierno anunció semanas atrás para estimular el empleo y la inversión. Dijo que si bien con la tasa de inversión actual la actividad puede seguir expandiéndose, considera que "hay que apuntalarla más para crecer más y crear fuentes de trabajo". Por este motivo "ahora era el momento para tomar medidas para favorecer más a la inversión", sostuvo. Daude rechazó que se haya "dejado de invertir". Lo que sucede, indicó, es que "la tasa de inversión de niveles muy altos históricamente, que se llegó a un 23% (como porcentaje del PIB) bajó a un 18% con algo según las últimas cifras". Se trata, añadió, de una "reducción importante".

Precio del gasoil y la brecha
En julio ya hubo una rebaja del precio del gasoil de 8%. Foto: F. Ponzetto

En una entrevista con No Toquen Nada de Del Sol días atrás, el director de la Asesoría Macroeconómica había planteado que el precio del gasoil está "por encima de lo que debería ser un precio competitivo con la región por ejemplo". Consultado al respecto, dijo que desde el gobierno se reconoce una "brecha" en este terreno frente a los vecinos (aunque con Argentina se ha achicado en los últimos tiempos, detalló). "La medida que se ha tomado (...) es la devolución del gasoil para los productores que tributan por Imeba, son medidas que tienden a poner paliativas en el tema del precio del gasoil", sostuvo. "Esto sigue en agenda y es una preocupación en el gobierno para seguir avanzando en esa dirección", añadió.

Propuestas para la caja militar
Polémica en torno a la caja militar. Foto: Archivo El País.

En 2017 la llamada Caja Militar generó un déficit de alrededor de US$ 550 millones. Hay dos propuestas en el Parlamento para tratar de bajar este número: un impuesto a las jubilaciones militares y, más a fondo, una reforma estructural del sistema. La primera "en sí no resuelve ninguno de los temas más estructurales pero sí ayudaría a financiar en parte ese gran volumen de recursos, que es un punto del PIB aproximadamente hoy en día", detalló Daude. Sería, añadió, un "paliativo de corto plazo", mientras que la reforma "tendría un impacto que es bastante moderado en términos de velocidad y de impacto final, pero en el largo plazo reduciría la asistencia a la Caja Militar".

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