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“La computación cambió el trabajo, pero no lo redujo”

19/04/2018
El Cr. Álvaro Scarpelli, socio de KPMG, presidente de la Cámara de Comercio Uruguay - Estados Unidos (CCUU) y catedrático de Auditoría de la Universidad ORT Uruguay, habló sobre los cambios que las nuevas tecnologías generarán en la carrera de Contador Público y en la auditoría.
“La computación cambió el trabajo, pero no lo redujo”

¿Cuáles son los nuevos desafíos que las nuevas tecnologías plantean a los contadores públicos?

Las profesiones todavía se están acomodando a los nuevos cambios tecnológicos, no solo la de Contador. Es un problema de todas las profesiones en un mundo cambiante y dinámico.

Nuestra profesión, en particular, siempre estuvo sujeta a cambios muy significativos. Antes de la aparición de las computadoras, la actividad del Contador era manual y basada en papel. La computación cambió el trabajo, pero no lo redujo. Desaparecieron tareas rutinarias y aparecieron otras de mayor valor agregado.

Ciertas tareas que aún se hacen de forma repetitiva van a insumir menos trabajo y el profesional tendrá tiempo liberado para realizar más tareas de análisis que requieren mayor capacidad conceptual y para convertirse en un mejor asesor.

El Contador debe estar actualizado y entender los modelos de negocios. Muchos negocios nuevos plantean complejidades contables amplias. Por otra parte, la sofisticación que tienen hoy las normas internacionales de información financiera es alta. Además de comprender el ámbito de la empresa y de los negocios del cliente, el Contador debe entender cómo estos cambios afectan al ejercicio de la profesión.

Las firmas buscan un profesional dedicado, con mucha creatividad y abierto a aprender. Tener conocimiento va a ser la base para adaptarse a los cambios. Un Contador hoy tiene que tener los conceptos sólidos, esos que brinda la facultad, y después hacerse a la idea de que se va a estar reinventando porque el trabajo va a estar cambiando.

En particular, ¿qué desafíos hay en la auditoría?

En los últimos 10 años las normas profesionales se han multiplicado de forma muy significativa y han obligado a que las firmas no dejen la auditoría únicamente librada al buen criterio del profesional que esté a cargo. El criterio siempre es muy importante, pero los software ayudan. Data analytics [un proceso que implica generar información útil a partir de la revisión de datos] hoy se usa en todo tipo de actividad, tanto comercial como industrial y de auditoría.

Las firmas de consultoría, como la nuestra, están trabajando en dos frentes: avanzar en data analytics para ayudar a los clientes en sus negocios y avanzar en el desarrollo de plataformas para hacer auditoría, incorporando herramientas mucho más potentes que las que teníamos hasta ahora.

Con respecto a la inteligencia artificial, ¿cómo cree que va a cambiar el trabajo de la profesión?

La inteligencia artificial permitirá que secuencias de tareas que hoy se hacen manualmente se hagan íntegramente a partir de la tecnología.

Es probable que permita que se salga de la esfera del trabajo manual o que la participación humana sea menor. Va a posibilitar brindar mejores servicios como asesores, como analistas, dar un valor agregado que hoy muchas veces el Contador no está dando.

Podemos ejercer la profesión de forma independiente o dependiente, así como ser empresarios. En cualquier ámbito, la información bien utilizada, con solidez técnica, es muy valiosa y libera tiempo.

Una empresa es un patrimonio en movimiento y la contabilidad es la técnica que mide cómo evoluciona ese patrimonio. Hay que conocer la realidad y la técnica para reflejarla. Los análisis para quien toma decisiones pueden ser infinitos en la medida que uno pueda armar las explicaciones y la información que resulte valiosa.

¿Qué responsabilidades va a seguir teniendo el auditor en el futuro?

La responsabilidad del auditor probablemente en algo no va a cambiar. Si una persona va a un banco a pedir un crédito y le preguntan cómo lo va a pagar, no alcanza con que la persona explique lo que gana por mes. Le van a pedir una constancia. Lo mismo pasa con la empresa, si una empresa quiere un crédito, tiene que haber alguien externo que haga un trabajo profesional y que diga que la información contable representa razonablemente la realidad. Ese rol del auditor, de agregar credibilidad a los estados contables no va a cambiar.

Como catedrático de Auditoría, ¿cómo cree que estos cambios impactan en la formación de los estudiantes?

Tradicionalmente los equipos de auditoría han incorporado ingenieros de sistemas. Lo que hoy estamos diciendo en el mundo es que eso va a tener que ir cambiando. Los equipos van a tener gente con una base informática, pero que sepa de auditoría, y gente de auditoría que se maneje muy bien con los sistemas.

Los equipos van a ser mucho más multidisciplinarios y si bien esta modalidad de trabajo ya está contemplada en el plan de estudios de ORT, vamos a seguir avanzando en esa dirección.
De todos modos, además de los cambios que se generan en el proceso de mejora continua de los programas, ya hoy el plan prevé materias electivas específicas del área de sistemas para que los estudiantes interesados puedan complementar su formación en esta área.

 

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