El 24 de abril de 2017 tuvo lugar, en el Campus Pocitos de la Universidad ORT Uruguay, la conferencia “¿Son los procesos de integración regional comparables? La influencia de la construcción europea en el Cono Sur”. Expuso el Dr. Filipe Vasconcelos Romão, profesor visitante de la Licenciatura en Estudios Internacionales.
La influencia europea
Vasconcelos señaló que es común ver a Europa como el continente que ha tenido el proceso de integración regional más profundo. De todos modos, para el experto, las comparaciones pueden ser negativas ya que cada región tiene sus circunstancias propias que dictan el éxito o fracaso.
“No hay un conjunto de normas que puedan seguirse para desarrollar un proceso de integración regional con más o menos éxito”, aseguró el profesor. Además se preguntó si Europa, a pesar de todos sus problemas actuales, aún es un referente.
“Probablemente fueron estímulos concretos y estímulos externos que contribuyeron para el proceso europeo y no propiamente el entorno o alguna homogeneidad cultural”, explicó Vasconcelos.
No obstante, el portugués y el español tienen un monopolio lingüístico y cultural en América Latina. La Unión Europea, por su parte, cuenta con 24 lenguas oficiales. “Desde un punto de vista teórico, podríamos decir que esto dificultaría con relación al espacio latinoamericano”, indicó Vasconcelos.
“¿Fue el histórico europeo una inspiración teórica, pero un lastre efectivo para el Mercosur? Yo creo que sí”, señaló Vasconcelos. Y añadió: “Entonces es necesario comprender cómo llegamos al proceso europeo”.
“Si comparamos el histórico de conflictos en Europa Occidental hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y el de los últimos 70 años, vemos que estamos en el período registrado con más paz en el contexto europeo de los últimos siglos”, afirmó Vasconcelos. Esto está conectado con el modelo de relacionamiento establecido después de la Segunda Guerra Mundial y promovido por Estados Unidos.
El Plan Marshall fue un estímulo importante para que, a través de la distribución de fondos, los Estados tengan que debatir, conversar y lanzar proyectos comunes. Esto llevó a la creación de la Organización Europea de Cooperación Económica, fundada en 1948.
En 2004 la Unión Europea se expandió para el sector oriental, por lo que Alemania ganó poder. Esto permitió el desarrollo de la unión monetaria, que a su vez reforzó el peso de la dimensión económica. Estos procesos funcionaron como referencia para lanzar el Mercosur en 1991.
América Latina hoy
“Tenemos un Brasil dominante en términos numéricos en Latinoamérica. Por otra parte, Argentina tiene un claro potencial exportador regional, sobre todo en el campo de commodities y en el alimentario. Aquí ya tenemos una diferencia con respecto a lo que teníamos en la Europa de postguerra”, manifestó Vasconcelos.
El profesor señaló además que no está destrozada del punto de vista material y humano como estaba Europa en los años 40,50. A su vez, la dimensión económica del Mercosur está siempre alejada de los grandes debates regionales. Hay un proteccionismo que no existía en el contexto europeo en los años 50. “Brasil es ultra proteccionista en términos de su industria”, ejemplificó el profesor.
Al existir cierto alineamiento ideológico, ha habido intentos de “empezar la casa por la parte de arriba”. O sea, crear dinámicas regionales basadas en la Unión Europea que tenían como único estímulo la coincidencia ideológica.
“Eso fue muy evidente en dos casos: en primer lugar, con la entrada de Venezuela al Mercosur por una cuestión ideológica”, expresó Vasconcelos. En segundo lugar, “cuando se invierte la situación y llegan al poder gobiernos de derecha”.
“Tenemos una ausencia del proceso económico por una parte y, por otra, tenemos un intento de avance en el componente político que depende totalmente de la dinámica coyuntural ideológica”, dijo.
En conclusión, el profesor afirmó que existe un marco de inspiración teórica, pero al no haber las condiciones que se tenían en Europa, hay una manipulación política del Mercosur en función de las alineaciones de cada gobierno en cada momento.
“Existe una total ausencia de una política estructural con relación a la integración regional”, indicó. Los partidos europeos generan pensamiento, papers, artículos, revistas sobre esta temática desde hace 50 años. Los partidos latinoamericanos —en cambio— “no hacen ese trabajo”, concluyó Vasconcelos.