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“Internet es la nueva Revolución Industrial”

13/06/2016
"Internet y la disrupción de todas las industrias", por Federico Ast.

Ofrecer un panorama del impacto disruptivo que está teniendo Internet sobre las industrias, las instituciones, y la sociedad en general: ese fue el objetivo de la conferencia “Internet y la disrupción de todas las industrias”, dictada por el periodista y Licenciado en Economía y Filosofía, Federico Ast.

El evento tuvo lugar el viernes 3 de junio de 2016, y formó parte del Ciclo de Charlas de Management y Negocios que organiza la Escuela de Postgrados de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales.

Tecnología y disrupción

“Internet rompió la música, la fotografía, los videoclubes y los medios de comunicación”, sentenció Ast. Para ilustrar su afirmación acerca de los medios, puso como ejemplo el atentado terrorista del 11 de setiembre de 2001. “Fue la primera vez que, de manera masiva, se usó a la gente que estaba ahí para cubrir la noticia”, dijo.

Debido a que el tráfico aéreo estaba cerrado –y no se podía enviar a los corresponsales al lugar–, los medios de comunicación “se trasformaron en plataformas donde conectaban vectores con productores de contenidos, que no eran empleados”. “Esto generó cambios radicales en los medios”, sostuvo. Otra prueba clara es la facturación de los medios impresos, que después de Internet experimentó una “caída libre”, que no es compensada “ni por asomo” por la venta de espacios publicitarios en medios digitales.

“Internet destruyó a los intermediarios, a los minoristas y a los retailers”, aseguró Ast. Asimismo, agregó que también está destruyendo al productor, ya que está “desintermediando una nueva industria: la de los bienes físicos”. “¿Qué pasará con China cuando la gente empiece a imprimir sus cosas y no tenga que fabricarlas ahí?”, se preguntó, en referencia a que dicho país “construyó su economía sobre mano de obra barata”.

Por otra parte, el periodista destacó que se está viviendo una nueva Revolución Industrial: “la revolución de las redes e Internet”. Dicho fenómeno provoca diferentes cambios. Entre otras cuestiones, ha habido una disminución del costo de la inversión – lo que implica que los individuos pueden acceder a la tecnología a un costo más barato, con una mejor calidad–, así como un aumento de la velocidad de crecimiento de las empresas.

“¿Cuánto demora una empresa en alcanzar un valor de mil millones de dólares?”, preguntó. Si bien hace dos décadas se requería cerca de veinte años para que una empresa llegara a dicho monto, Google tardó menos de diez, Facebook seis, y WhatsApp tres.

El futuro de la humanidad

“La tecnología genera cambios muy grandes en la sociedad”, afirmó Ast. El debate, en su opinión, está centrado en si la humanidad está en progreso o en decadencia.

Según lo que indicó, a lo largo de la historia ha habido una evolución de la riqueza humana, un descenso de la pobreza, un aumento de la esperanza de vida y de la alfabetización. A esto se suma una expansión de la democracia y una reducción de la violencia, ya que, al contrario de lo que se piensa, “la sociedad de hoy es la menos violenta que hubo en la historia”.

Por todo ello, resaltó que “hay algunas razones para creer que hubo cierto progreso”. “Mejoró el mundo”, manifestó, y explicó que gracias al avance tecnológico y de Internet, es posible acceder a libros, información o música, así como estar conectado y comunicado permanentemente.

Igualmente, Ast dijo que la incertidumbre está en si el progreso va a continuar o no, y planteó varios escenarios posibles, con alternativas tan extremas como la desaparición de la humanidad. El conferencista afirmó que esto puede darse por varios factores, como la evolución de las máquinas y la inteligencia artificial, o por desastres ecológicos.

De todas formas, fue optimista y destacó el pasaje de la época de la propiedad a la economía colaborativa. “Si empezamos a compartir las cosas, en vez de tener todos un auto o nuestro propio taladro, quizás la Tierra sí aguante”, dado que se le pondrá “menos presión a los recursos”.

El desafío actual

Para el orador, lo más preocupante de la humanidad hoy es un “gran desajuste”. “Históricamente, la productividad de las empresas fue la de mano con los ingresos de los trabajadores. En los últimos tiempos se empiezan a despegar”.

Ast también se refirió a los “servidores sirenas” –sitios gratuitos, como Facebook, que atraen con “cantos de seducción” pero que se quedan con datos de sus usuarios– y sostuvo que un desafío actual es hacer que mejoren la vida de las personas.

Según lo que expresó, es posible pasar a otro modelo, que no tenga dueño y en el que, al final del año, se distribuyan los ingresos entre todos los usuarios, en función de los “Me gusta”, las publicaciones compartidas o el contenido producido.

“Imagínense Facebook así, distribuido como una cooperativa. También Twitter y Uber”, comentó. Aunque habría que pensar el gobierno de las nuevas plataformas, estas “generarían una clase media nueva, basada en Internet”.

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